sábado, 4 de octubre de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El Poverello de Asís

 



                                 San Francisco de Asís. Pedro de Mena (Museo de Antequera



Octubre, 4 sábado

 

La Umbría es una región del centro de la Península italiana, su capital, Perugia. Limita, por el norte, con La Toscana, Ciudades universalmente reconociadas de La Toscana son Florencia, Siena, Pisa o San Giminiano; por el sur, con el Lacio. La ciudad más importante de la región donde nació el Latín y el Imperio, Roma.

Francisco, al que luego se conoció como el “Poverello” nació y murió (1182-1226) en Asís, entonces, pequeña localidad; hoy reconocida gracias a él y centro de confluencia para todos los que siguen las enseñanzas del maestro y uno de los grandes santos en la Historia de la Iglesia.

Su padre era un comerciante de paños, de gran posición económica; su madre, de nacionalidad francesa. Su infancia se desarrolló sin ningún agobio económico; su juventud, en opinión de sus biógrafos, alocada, disoluta y con derroche de juergas y francachelas propias de un joven de su tiempo y con dinero.

Como era propio de las personas que vivieron aquel tiempo de la Edad Media, participó en las guerras de su tiempo. Fue herido. En la convalecencia su madre le proporcionó libros de vidas de santos, pero un día, ya restablecido, se encontró con un leproso. Le cambió su vida. Se desnudó en la plaza pública y renunció a la vida cómoda.

Una visión de Dios le hizo dar un giro total “Francisco, le dijo, salva mi casa que está en ruinas”. Comenzó una vida de oración, sacrificio y entrega. Se le unen otros jóvenes. Peregrina a Tierra Santa y a Roma. Funda la Orden Franciscana. Se rigen por tres votos: Obediencia al Papa, Castidad y Pobreza. Luego, acoge una Segunda Orden que integra a las mujeres y una Tercera para laicos (no tan estricta como para los frailes).

Posteriormente, experimentaron varias reformas dentro de la Orden y tomaron el nombre de Recoletos, Conventuales, Capuchinos… Francisco vivió a caballo entre el siglo XII y el XIII. Está considerado como el primer ecologista de la historia.

Su religiosidad muy profunda. Quiso ser un instrumento de Paz. “Donde haya odio, dijo, yo lleve amor; donde hay guerra yo lleve paz”- Él veía a Dios en todos los seres de la naturaleza. Escribió cosas tan bellas como: “Alabado seas mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sostiene y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas” (Cántico de las Criaturas).

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