Parque de la Quinta de los Molinos
Domingo,
28 de septiembre
Madrid ciudad
que acoge en todos tiempos, espera, como esperamos todos, la llegada del otoño.
A Madrid, don Antonio Machado la definió “rompeolas de las Españas”. De todos
los puntos los forasteros llegamos a Madrid y a nadie se nos pregunta de dónde
somos o de dónde venimos y en ese momento nos bautizan como viajeros. Otros, en
cambio tienen otras maneras de viajar. Esos llevan el letrero que no hace falta
leerlo. Dice que son turistas.
Madrid
está a tope. No se cabe. De hecho, en cualquier lugar de España ese fenómeno
ocurre con mucha frecuencia. En Madrid solo se le reclama al que llega dos
cosas: ir con los ojos abiertos y dinero. La primera vez que yo fui a Madrid,
en el Arco de Cuchilleros, un bocadillo de calamares me costó tres pesetas;
ayer, en el mismo sitio, en el cristal del escaparate estaba marcado 3’80 euros…
Se lo comenté a mi nieto; el me lleva por las calles y yo ‘se las cuento’.
Nos las
anduvimos desde muy temprano. Visita obligada a la librería de Viejo. Metro,
hasta La Latina. Un señor con rasgos sudamericano me cedió el sitio. (Abuelo, siéntate, me dijo mi nieto, nos
quedan nueve paradas). Por Duque de Alba y Tirso de Molina a Conde de Romanones.
13. Juanjo me tenía preparado el pedido;
luego le agrandé con algunos libros más - los viciosos no tenemos arreglo – y se
han venido conmigo varias obras de William Saroya, una de Angulo Íñiguez y otra, de Díaz Cañabate…
Luego,
el programa pedía visita a los bajos de la Almudena. Exposición de las
Colecciones Reales: Reyes Católicos, Austrias y Borbones. Oigan, si pueden y
les gustan esas cosas, no se la pierdan. No nos dio tiempo a ver las tres
salas. Es tal la información y la muestra que, si les digo que es algo excepcional,
pues eso…
Al
mediodía, yo siempre digo que no se pueden perder las buenas costumbres. El
Programa pedía visita al Sancta Santorum de la gastronomía de Madrid.
Sí, es lugar que está en Carrera de San Jerónimo más cerca de Sol que del Palacio
de la Cortes… Ese, ese… (Por eso hacía referencia un poco más arriba al poderoso
caballero del que hablaba Quevedo…)
Gran Vía.
Sol, Preciados, Callao, Jacometrezo (Tomamos, el 146, ¡Dios que frío con el aire
acondiciado) … Un ir y venir. ¿Cuántos pasaremos por allí, a lo largo en una
jornada? Por la tarde – Vimos a muchos con camisetas de sus equipos – fueron a
disfrutar o a sufrir – “el empate” del derby; nosotros no fuimos, Nos las anduvimos
por entre la frondosidad del parque… A Madrid aún no ha llegado el otoño.
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