Ordeño
de la aceituna ‘manzanilla aloreña”
Septiembre,
2 martes.
Hay
titulares que viene marcados: la Cuaresma huele a penitencia, tambores, saetas,
y nazarenos en las calles; Vírgenes y Cristos en las equinas con quienes se habla
de tú a tú; penumbra en los templos; nubes de humo del incienso y las otras,
las que traen agua y generan ríos de lágrimas entre cofrades sensibles…
Navidad
huele a Nacimiento con romero y esquejes de aulagas y a lavanderas en un río
sin agua con patos y puentes por los no pasan nadie; cabras en montañas de sacos de yute y ovejas y a un
palomar con palomas y cerditos en un lugar (aberración teológica) donde está
prohibido su consumo.
El
Misterio espera paciente a unos pastores que tienen cara de buena gente (toda
la gente del campo tiene cara de ser buena gente) que le llevan de lo poco que
tienen: un pollo, un corderillo o un cantarito de miel. Un ángel canta Gloria
a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad.
¡Anda que no hace falta eso ni ná….!
Abril y
mayo huelen a campo en flor, a margaritas en las veras de los caminos y a
amapolas en los trigales; a frutales de hueso temprano ahítos en sus ramas de
un fruto sensual, goloso, provocativos. Piensen en ciruelos de ramas cargadas,
albaricoques, nectarinas, nísperos y manzanas orondas…
Septiembre
huele a “manzanillas aloreñas” nuevas que chorrean por las ramas del olivo en
espera de la mano que las ordeñe, a granadas coronadas y granos de almíbar y
nácar, mientras penden, en un bamboleo provocativo, en las ramas más bajeras.
Septiembre huele a nubes de paso. “Esta tarde se ha formado la nube del
Alcalá”. A la noche puede romper en tormenta… y el hombre mira al cielo
porque tiene que venir la lluvia, pero la que recarga las fuentes y no se lleva
las puentes.
Septiembre
huela a nardos y a Virgen de Flores. La Natividad, el ocho, es la última gran
fiesta mariana de las tres grandes que España celebra en verano. La primera, el
Carmen, sabe de mares y olas y de gente que se juegan la vida para que, luego,
algún listo, diga ¡qué caro está el pescado! En medio, la Asunción, media
España celebra que a María la llevaron los ángeles al cielo y a ellos los
llevan a ver las medias Morante, el valor de Fortes, la maestría del “Rey
David”, ¡Qué sé yo”. Y ahora, la Natividad de María: Flores, en Álora; Victoria
en Málaga; Rocamador en Encinasola.
Septiembre
huele a nardos y a Virgen de Flores…
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