viernes, 26 de septiembre de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Abanto

 




 

Septiembre, 26 viernes

 

El lenguaje del mundo del toro tiene una actualidad asombrosa. Al igual esas personas – no me cabe duda que a muchas le mueven sentimientos nobles; de otros, mejor no opinar – podrían echar un vistazo a como se ‘habla’ es ese entresijo de la sociedad.

Piensen en uns larga cambiada, faena de aliño, a puerta gayola, en corto y por derecho, hasta la bola, suficiente, abrirse de capa, con la muleta por delante, no perdió el sitio o sin sitio, amañado, aliño … y podríamos seguir con una retahíla más larga.

Lo vemos en los telediarios o en cualquier medio sobre todo en esas tertulias donde sus componentes saben de todo. No hay tema que se le resista. Igual opinan de economía que del tiempo; del árbitro que pitó o dejó de pitar, quiero decir que hizo sonar el silbato que tienen para poder hacer que se interrumpa el juego y aplicar las leyes que se imponen. Da igual

Hay demasiada irascibilidad en las personas que en algunos momentos se gritan entre ellos de tal manera que, uno, en su desconocimiento piensan que en algún momento pueden llegar a agredirse físicamente; de la palabra ya lo hacen.

La crispación que nos transmiten de los órganos institucionales de este país al que todavía damos en llamar España es algo asombrosa. Se interrumpen, se insultan o se humillan y no se le muda el color porque pienso – a lo mejor no es así y estoy equivocado – que cuando acabe la sesión se van a encontrar en los pasillos. ¿Qué sentirán por dentro?

En el mundo de la tauromaquia existe el vocablo ‘abanto’. El diccionario de las Real Academia lo aplica al toro del que se dice que tiene “una embestida imprevista y desproporcionada". El maestro Barbeito en una obra suya De lo cercano (2010), afirma“… que en un encierro de aguas, corneó cuando iba abanto por los valles y decidió a capricho abrir en dos la carne de la meseta altiva”. ¿Cabe más riqueza literaria?

Me da la impresión que necesitamos un lavado interior para que aflore algo diferente. Nosotros lo tenemos difícil. Ojalá este aluvión de jóvenes con formación, con sentido común y con sensatez que está pidiendo sitio nos ponga a los viejos algo de cordura y ese término de ‘abanto’ que hemos hecho tan nuestro pase a las páginas de los Diccionarios y dentro de unos años forme parte del Diccionario de Autores. Ah, por cierto, a lo mejor, si opinamos menos y leemos más a Cervantes se nos aclaran algunas ideas.

 

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