Septiembre,
14 lunes
El
gato, huidizo y quizá temeroso de no sabemos qué, ha escondido en el caño que
sirve para desaguar en esos días de lluvia cuando caen las canales y corre el
agua por una atarjea artificial de tejas de barro que un día pudieron cubrir no
sabemos qué tejado.
No
tienen donde esconderse la pobre gente de Gaza.¿Tanta crueldad puede anidar en
el corazón de algunos hombres que no les deja ni un pequeño resquicio donde
cubrirse de las lluvias de bombas que vienen de un poco más allá, solo un poco
más allá, pero con tanto odio dentro que no encuentra ninguna barrera que lo
frene?.
Parece
que ahora puede asomar otro peligro por el Este de Europa. Hace unos años, los
sesudos mandamases de esa fábrica de hacer armas mortíferas que se llama OTAN puso
en las fronteras de Rusia – ya no era Unión Soviética – arsenales de muerte.
Los rusos que, ahora, nos parecen malísimos no tienen porqué creer en la
bonanza de sus vecinos porque ni son buenos, ni hacen señales de parecerlo ni
tienen intención de serlos (ellos, tampoco).
Hace
unos días atacaron con drones el espacio aéreo en las fronteras, de Polonia… Dicen
que se equivocaron. Eso no se los cree ni ellos. Polonia es una tierra sin
fronteras naturales con llanuras inmensas por el este y por el oeste. Cuando no
había drones para volar por los cielos lo hicieron a pie, fíjense ahora que
pueden por los dos lados…
Europa,
cobarde y cainita ha mirado, como es norma de la casa, para otro lado en el
tema de Gaza; ahora, a ver para donde mira cuando el peligro real está a la
puerta, como lo tienen el gatito asustadizo escondido en una pequeña cobertura
por donde el agua se va un sumidero.
Europa
está en su canto de cisne. Cuando yo era joven y estudiaba Historia Universal
don Manuel Burgos nos decía que desde que los griegos se las anduvieron con la
Guerras del Peloponeso entre ellos; luego, con los medos (persas) de Artajerjes
y Alejandro Magno, los latinos en el Latio, el Imperio que llegó a las islas
británicas, los árabes a Poitiers, los turcos en el Mediterráneo, la
reconquista, las guerras de religión, las de no sabemos si treinta o cien años,
las revoluciones francesas y rusas, las mundiales… Europa nunca había tenido un
período de paz estable…¿Por qué ahora, digo yo?
Se ve
que no hemos aprendido absolutamente nada. Estamos en manos de tecnócratas de
traje impecable y sueldo a reventar, o de antisistemas que les va por la teta.
¿Por qué vamos a creer que no tenemos un serio peligro sobre nuestras cabezas
si para colmo vemos el espectáculo de ayer en la vuelta ciclista? ¿Cabe en
cabeza humana no condenar la masacre de Gaza?
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