miércoles, 27 de abril de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El ritmo de la vida



    Puente de hierro destrozado por la ríada. 28 septimembre 2012. Álora


27 de abril, miércoles. Me he subido a la buhardilla. Estoy rodeado de libros. Es el lugar, mi refugio, donde escribo, donde me sumerjo en mis interioridades, donde me deleito en la música, donde al fin y al cabo me encuentro muchas veces conmigo mismo.

Se está bien. Escucho en la lejanía la tormenta que esta tarde se ha desencadenado sobre la zona oriental. A través de la pequeña ventana veo El Hacho, y sobre él, un cielo entolado por nubes negras. Son cúmulos-nimbos tormentosos que vienen cargados de agua.

Por aquí el mes de las tormentas no es abril, sino septiembre. Es también el mes que hace bueno el refrán: “Septiembre o seca las fuentes o se lleva las puentes”. De las tormentas de septiembre, en Álora tenemos un amplio muestrario.

Precisamente, el 28 de septiembre de 2012, una tormenta de madrugada que descargó entre el Valle de Abdalajís y la Cureña, hizo que el arroyo de Las Piedras tomase una crecida descomunal hasta su desembocadura, aguas abajo del Peñón del Negro y la Huerta de Loja, frente a Las Mellizas, en el río Guadalhorce.

El primero que cayó, fue el puente de la Vía de Servicio para una posible evacuación ante una emergencia en la vía del AVE. Todavía no se ha reparado. El segundo, el puente de Hierro entre la Estación de Ferrocarril y la Barriada de El Puente, en Álora…. Ese puente tiene su historia. Algún día diré algo. Hoy ha saltado la noticia. Esta mañana el acalde y el presidente de Diputación de Málaga han puesto la primera piedra para recuperar el paso – peatonal – entre ambos núcleos de población.

La noticia, dentro de lo raquítica, es positiva. Dice otro refrán que “un grano no hace granero, pero ayuda al compañero”. A pesar del tiempo transcurrido y tras ímprobas gestiones de la Corporación anterior y la actual, al menos se ha conseguido un paso, dentro de la vía verde, que se va a construir en las orillas del río Guadalhorce. A ver cómo queda el asunto cuando se concluya… Claro, que ¡menos da una piedra!

Ahora, en esta tarde primaveral de abril, suena una tormenta lejana. Vienen chaparrones fuertes. Sale el sol a ratos, rabioso y picante. Es ideal para el desarrollo de un hongo que produce el oidium. Afectará a los rosales, a los olivos, a las parras, a los cítricos….

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