- 11 de abril, Lunes Santo. La derecha, un pasito corto, un pasito corto; quietoooo atrás. Un pasito corto, la
derecha un pasito corto, vamos girando, poquito a poco; ya llegamos, vamoooo…
La voz del capataz, sobresale
sobre cabezas rapadas, sobre frentes sudorosas, sobre caras crispadas por el
cansancio, sobre manos que se apoyan en el hombro que va delante.
Atenas, Roma y Jerusalén.
Lejanas en el espacio y en el tiempo; próximas en la formación de algo que
muchos años después se llamó Europa, Civilización Occidental… Homero, Platón,
Sócrates, Aristóteles; Jenofonte ¿qué tiene que ver aquí Jenofonte?, la
Anábasis, Herotodo, Fidias, Pericles… La Democracia ¿la de entonces?, ¿la de
ahora? ¿ninguna de las dos?
En Roma se coció la Lengua y la
organización y las comunicaciones y el Derecho que regía el comportamiento de
los hombres y la conquista por la fuerza y el matriarcado que mandaba en la casa
y en la mente de los hombres, y los magnicidios y el circo donde las fieras
devoraban a inocentes…
Jerusalén, el lugar donde confluían,
porque era la Ciudad Santa para celebrar la Pascua. Recordaba la salida de
Egipto y la mano del ángel exterminador. Allí vino un iluminado. Dijo que había
que querer a los enemigos y dar media capa al que no tenía y se subió a un montículo
y dio unas normas de vida…, y van y lo crucifican. Voces, voces perdidas. Hoy,
muchos no les hacen ni puñetero caso.
En la radio canta a capella, Diana Navarro. Madrugada. Un
programa con premio… Lanza un mensaje desgarrador ‘Separaos’. Habla de vidas rotas. Hay dolor de guerras, de
incomprensiones, de imposiciones… Sonrisas en la cara; desgarros en el alma. Me
acuerdo de los versos de Juan Ramón: “como los hombres tristes / siendo tantos
/ cada uno solo”. Pero, Diana ¿no cantaba saetas? Sí, sí y también estas cosas.
Dos vidas hechas añicos… Voces, más voces. Demasiadas voces.
Filas de cirios, velas que
apaga el viento, claveles a modo de montes que sostienen cruces con cristos
sanguinolentos, dolorosas sobre tronos de miriñaque y sobrecargados… Y entre un
mar de gentes, noche del Lunes Santo, Él con la túnica blanca, de piel de
ángel, suave, sutil...La bambolea la brisa. Señor, si tú quieres… Pero ¿no ves que
me habéis amarrado las manos? Señor, no
hagas caso. Los humanos somos así…
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La
derecha un pasito corto, un pasito corto; quietoooo, atrás. Un pasito corto, la
derecha un pasito corto, vamos girando, poquito a poco; ya llegamos, vamoooo…
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