domingo, 3 de abril de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El del pico colorao

 



 

3 de abril, domingo. El hombre, rechoncho, bajito y con los ‘michelines’ pasados de rosca, tenía una conversación afable, discreto y la sonrisa siempre en la cara. Sentado en la puerta de su casa, asistía al paso de las horas como los juncos de la orilla ven el paso del agua del río camino de la mar.

En las horas cálidas, en la recacha de la esquina, su paz de vez en cuando, se veía rota por el ruido de los motores de los aviones que reducían la velocidad ante la proximidad del aterrizaje.

El aeropuerto de Málaga en línea recta, o sea en el trayecto que siguen las aeronaves para tomar tierra, está a solo cinco minutos desde que se ve en la vertical del cielo hasta que está rodando en pista… Sabía que los aviones, por los colores del fuselaje, eran de compañías diferentes, aunque no conocía sus nombres.

-         Mariano, le dijo un día un vecino, estás distraído, porque lo que es ruido no te falta…

-         ¡Qué va hombre!  Y además, agregó, eso de que un hombre pueda volar es algo grande, ‘mu grande…’

-         Y tú… y le indicó con un gesto de la mano la posibilidad de volar….

-         Sí, una vez fui a Palma de Mallorca. Me sacó mi yerno el billete y fui a verlos. En mitad del camino, aquello comenzó a moverse – dicen que eso es una turbulencia – yo me agarré con todas mis fuerzas, y pasó, pero ¡qué rato más malo!…

Y el vecino le contó de otro, cuando vino la moda de ir a Cuba, que su mujer que era la que mandaba, quería que hiciera carrera en el partido. Él entonces, estaba muy metido en política y era necesario para hacer carrera… No tenía muchas ganas de viaje, pero fue... En un momento sobre el Atlántico, el avión se movía y se movía… En su desesperación, apretó los dientes y por bajo le dijo a la parienta instigadora del viaje:

-         “Como esto se caiga y yo me ahogue, te ahorco y te ahorco y te quedas ahorcada…”

En el cielo azul, apareció en la lejanía algo metálico que volaba. Se incrementó el ruido. Se acercó. Al pasar sobre sus cabezas distinguieron los colores de la compañía escandinava Norwegian.com que vuela varias veces, en el día a Málaga. Y entonces, Mariano dijo:

-         Po anda que el del pico colorado no da viajes ni ná….,

 

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