jueves, 24 de septiembre de 2015

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Alborán

Ha cambiado el tiempo. De madrugada se arrancó el Levante. A primera hora se entoldó el cielo. Eran nubes altas; a media mañana hubo un amago de dispersión;  el aire dejó el cielo expedito. No había brumas; no había nubes. El cielo estaba limpio y azul; era un cielo, a ratos, precioso.

El tiempo está duro. No llueve. No quiere llover. Las predicciones dicen que para dentro de unos días entrarán las borrascas que vienen del Atlántico. Así desde… Una esperanza continua. Casi se ha ido septiembre entre el deseo y la realidad diaria. El verano ha sido duro, muy duro. Las estadísticas hablan de datos aterradores.

Ha pasado una mujer por la calle. Lleva un manojo de hinojos. Se ha parado a hablar con otra. Se intercambian opiniones de cómo aliñan las aceitunas para que no se le pongan zapateras.  Se ve que cada maestrillo tiene su librillo.

Un muchacho joven vende lotería. El muchacho es forastero. Tiene voz de barítono y unas gafas con muchas diotrías. Aparece solo algunas mañanas; sube y baja por la acera. Ofrece su mercancía a los transeúntes; casi nadie le compra. Dice que lleva el 28 y el 63 para hoy.

Me llama Fermín Adame quiere fotos de la Virgen de Flores para confeccionar un tríptico. Los hermanos de Encinasola – porque Fermín vive en Encinasola – tienen programada una excursión mariana para mediados de noviembre. La Virgen de Flores es el lazo de unión entre los dos pueblos.

Está revuelto el patio: un obispo (Solsona) pide un toque de campanas el 27; amenazan con más cortes de tráfico en la Gran Vía, esa arteria, que une las orillas de la estación del Norte y Cibeles; el AVE llega a Palencia y a León; inauguran un puente impresionante en Cádiz;  la filial de la empresa alemana en España - la de made in Germany… - monta medio millón de coches fraudulentos en Martorell…


Hay una patera perdida con un montón de personas a bordo  en el mar de Alborán. El mar hace pequeña la sordidez humana. El mar es una tumba de sueños. Buscaban la tierra de promisión más allá de las arenas abrasadoras del desierto. Esta, ahí, enfrente;  Lo tenemos por nuestro. Tumba de sueños, cementerio inmisericorde. 

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