En la primera acepción del Diccionario de la Real Academia
Española, actualizado en 2014 afirma que, “Tu: 1. Pronombre Personal. Formas de
nominativo y vocativo de la 2ª persona singular en masculino y femenino”. No va
por ahí el tema.
Finaliza el partido. España había ganado el campeonato de
Europa de Baloncesto. Una reportera entrevista a Su Majestad el Rey y, ni corta
ni la larga, lo tutea con la mayor naturalidad del mundo. Dos lecciones: magnífico
comportamiento de saber de estar de Don Felipe; ignorancia total de la
profesional (¿?)
Fidel Castro recibe al Papa. El Papa Francisco va como
corresponde; el mandatario cubano con camisa blanca impoluta y un chándal azul
eléctrico. Llamativo, como quien da gritos desde lejos. Como para hacerse
notar.
El chándal lleva la publicidad de la casa que lo fabrica de
la que por ciento se dice por ahí que explota a criaturas del Tercer Mundo para
obtener más beneficios. A lo mejor eso no es cierto. No he visto ningún
comentario de la firma multinacional que lo desmienta. De verdad que me
gustaría verlo.
El presidente Maduro, en Venezuela, hace exhibición de los
colores de la bandera de su país… también en un chándal. Se ve que el uso de
esa prenda es muy querido por los dictadores. A lo mejor es por comodidad, digo
yo, y no tiene otra connotación.
El alcalde de El Ferrol recibe a altos mandatarios marinos
casi en chancletas y mangas de camisa. Los marinos iban de uniforme acordes con
su rango y responsabilidad y adecuada para el acto protocolario de aquel
momento.
Dicen que para dialogar - estoy de acuerdo - no importa el
atuendo. Basta la predisposición a hacerlo. El refranero que sabe de algunas
cosas – de hecho es la sabiduría del pueblo, que no escribe nadie, pero que
está ahí – informa que “el hábito no hace al monje… pero le ayuda”. Cualquier
día actualizamos el ‘suma y sigue’…
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