Málaga llora a Antonio Fernández Díaz “Fostorito”
Noviembre, 14, viernes.
La Málaga ‘cantaora’ de don Manuel Machado llora porque esta noche ha velado a un hijo que adoptó hace muchos años. A esos hijos probablemente se quieren de una manera especial. Ellos, en su libertad, pudieron elegir otra ciudad – incluso, la suya propia – para quedarse a vivir, y sin embargo se vinieron a echaron sus raíces aquí. Sabemos que lloramos a Antonio Fernández, “Fosforito”. De él podría contar cosas, bastantes cosas. Opto por el silencio y el recuerdo entrañable.
Y es que en Málaga somos así. Ahora me viene a la memoria el dicho de “Señores de Jaén, caballeros de Córdoba, señoritos de Sevilla y gente de Málaga”…. ¡Qué alegría ser: “gente de Málaga”! Con la ‘gente’ de Málaga ha convivido Fosforito desde cuando vivía al principio del principio, en aquellos años sesenta en Armengual de la Mota, casi esquina de Don Cristián…
Esa ‘gente’ de Málaga es especial. Fíjense. Se me viene a la mente, un abanico de varillas excepcionales. Están un año entero dale que te pego, y sacan fondos hasta de debajo de las piedras y no contentos, cuando llega el momento echan a la calle a sus titulares (la labor social durante el año esa casi no se conoce) y permiten que, al revolver de una esquina a alguien se le escape un suspiro que es otra manea de rezar.
Hacen una labor increíble. Pienso en Ramón Varea, Paco Valverde o Edu en El Rico; Antonio Roche, en Zamarrilla; Jaime Rittwagen, en la Expiración; Javier Bandera, en Lágrimas y Favores; a Rafael Nuño, en la Cena; Paco Cano, en el Cautivo; Antonio Iranzo, en la Sangre; Leonardo, en el Rescate ; Sebastián Marín Gil en los Santos Patronos y como la ‘gente’ de Málaga somos así, se entretuvo en reflotar la devoción a San Ciriaco y Santa Paula (que yo no tengo confianza para hablarles de tú, como le hablan otros) y como no tenía bastante puso en danza la Agrupación de Cofradías de ¡Gloria!… Y por si falta algo, mi amigo Bartolomé, se va una noche al mes, y le rezan en silencio, al Amor de los Amores…
Decía el maestro Barbeito que en días como hoy, “Dios toca el arpa de la lluvia”. Ha salido un día precioso de otoño. El campo empapado (en mi querida tierra en torno a Gredos parece que se ha distraído un poco y se le ha ido la mano), y dentro de unos días aparecerá la otoñada, y en las sementeras rebrotarán los cereales. Nosotros ahora, le pedimos al maestro que cuando tome asiento junto al Padre y le cante como solo él puede hacerlo que le recuerde, que aquí, “la gente” de Málaga le quiere, le va seguir queriendo durante mucho tiempo…
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