Catedral de Cádiz
Noviembre, 11 martes.
Nada
más suculento para un ratón que soltarlo en un almacén de quesos curados y
añejos; nada más apetitoso para cierta prensa que la noticia de ayer.
Investigan al obispo de Cádiz por presunta pederastia. Ha abierto en muchos informativos.
Obviamente, la Justicia tiene que meter el bisturí: hasta el fondo. Ya tarda.
Si es culpable (han tardado demasiado tiempo), toca pagar. Si no, tenemos
servido un cocido hirviendo. Verán que días nos esperan.
Entre
la palmera de Cayetano. Bueno, esa que se ha llevado con su cochecuando el
exceso de alcohol nubla la vista y si para colmo es de noche. Arreglado
estamos. El abogado defensor, dice, que nada de prueba de alcoholemia y que la
cosa fue a las 8 de la tarde, más o menos. ¿Cómo le ponemos al niño?
La
pederastia es un problema. Otros que no están muy lejos del tema, también. No van
a terminar por mucha agua que bajen por los ríos y los que tienen que poner
remedio se las anden por los ‘ventorros’. Ustedes me entienden.
La
Iglesia tiene muchos problemas. Cuanto más tarde en resolverlos más se enconan.
Se tiene que adaptar a los tiempos. La samarita dio de beber a un judío que se
atrevió a pedir agua junto al brocal del pozo. Hay muchos pozos, muchos
samaritanos. Solo esperan que se les pida agua… y ‘judíos’ – de los que ustedes
piensan, no, de los otros -. Tenemos sed.
Hay,
más. La mujer no es inferior. Tiene que ser tan protagonista como el hombre en
la Iglesia. Pero ojo, con formación de Teología en la facultad de la
Universidad. De beatas de sacristía estamos bien servidos.
El tema
del celibato ni es tan importante ni tan difícil de solucionar. Solo hay que dar libertad. Cada uno opte por el
camino en el que cree que puede servir mejor a Dios y al pueblo de Dios.
Hay
algunos más. La formación espiritual y humana del sacerdote, fundamental. Hace
unos días asistí a una homilía. Termina. Pregunto a personas que tienen
formación. ¿Os habéis enterado de algo? Yo, de nada, les dije. No sé si estaba despistado
o si cambió los papeles y el guion, no aparecía… Me dijeron que, tampoco. Uf,
¡qué consuelo!
Dios
ilumine a los hombres que apliquen Justicia. Cuánto antes. Mejor para todos:
Iglesia, presunto culpable, y espectadores a los que nos espera una retahíla
tan larga y monótona como los cantos de los números de la lotería de Navidad…
No hay comentarios:
Publicar un comentario