Acinipo, Ronda, la Vieja. Málaga
Julio, 19 sábado.
Si sales de Ronda por
el Guadalevín te lleva al Guadiaro. Antes, a mitad de la cuesta gira a la
izquierda, antes del Cuartel de la Legión en La Indiana. Te lleva a la Cueva
del Gato y, después a la de la Pileta. En las dos se puede practicar
espeleología de la buena. El hombre primitivo dejó allí sus huellas. Las
creencias totémicas afloran a flor de piedra.
El río se aleja de
Benaoján por la estación del tren que une Bobadilla con Algeciras. Esa vía la
trazaron los ingleses para dar salida a Gibraltar a Europa. España, una vez más
– y lo sigue haciendo miró para otro lado. La vía y el río horadan la Sierra de
Líbar; es roca caliza. El agua se filtra y se pierde; crece la vegetación
mediterránea. Si puedes, dedícale tiempo; lo merece. En sus laderas crece el
orégano.
Vuelve sobre tus pasos. Pasada La
Indiana en la carretera de Ronda a Sevilla
se gira a la derecha. Lleva a Acinipo o Ronda, la Vieja. De lo mismo. La
guía de la que me sirvo dice: “se ubica en una gran meseta caliza de origen
terciario, con una altitud media de
Las ruinas se mantienen en pie. Ni los hombres ni el tiempo pudieron con ellas. Estas tierras están pobladas desde el Neolítico. Eran y son fértiles. Un camino unía puntos desde el Valle del Guadalquivir a la costa gaditana. Había parada en Acinipo. Por allí transitaban granos, aceite, vino, mármoles, piedras de construcción, hierro, arcillas para la alfarería... Luego, la cercana Arunda le comió el terreno.
Sentado en la escalinata, si te
deja el tiempo, medita en la precisión del dato ¿por qué
¿Qué actores llevarían sus mensajes perdidos en el tiempo? Quizá, el viento como esta misma tarde lo hace en tu cara de viajero acariciaba a los espectadores (pan y espectáculo) de otro tiempo.
Luego, acércate al
Peñón de Zaframagón entre las calizas y plantas aromáticas. Es tierra de Cádiz.
En el Peñón se refugia la colonia de buitres leonados más importante de
Andalucía. En Olvera, un poco, solo un poco más allá, se dan la mano las provincias
de Sevilla, Cádiz y Málaga. Ya ves, cosa de los caminos y de los hombres.
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