Sierra de Aguas. Al fondo, las Orejas de la Mula y El Camarolo
Julio, 22 martes.
Es de gran elevación. Desde si cumbre se divisa por el norte el castillo de Teba, la Sierra Sur de Sevilla, la Camorra y la Sierra de Cabra; por el este: la Sierra de Abdajalis con la Huma, su máxima elevación por encima de los mil metros; las Orejas de la Mula, El Torca, Los Camarolos, Sierra de Loja y en los días claros de invierno, Sierra Nevada; por el sur: Málaga, la Vega del Gudadalhorce y el már Mediterráneo; por el oeste: Alcaparaín, Sierra de las Nieves, Serranía de Ronda y el Peñón de Zaframagón en Cádiz.
Su altitud máxima roza los mil metros. Rocas de erupción con micas negras y otras de cuarzo se extienden hasta las cercanías de Álora; la serpentina con mayor pureza expansiva forma el núcleo central de sierra.
Está formada por un macizo
montañoso ‘malaquide’ que ocupa parte de los términos municipales de
Álora, Carratraca y Casarabonela. Se enclava al NO de la población. Las
elevaciones más importantes son el Pico Aguas de
Del subsuelo brotan manantiales de aguas sulfurosas como las de La Hedionda y Los Cerrajones; ferruginosa: Fuente Hierro; y otras potables sin la acusada presencias de mineral de las anteriores como Los Cerrajones, Juan Valor, Paco Bueno, Tajo Azul y Fuente de la Salud.
La Hedionda
El manantial de la Hedionda es de aguas sulfurosas y se halla en la ladera sur de Sierra de Aguas. Es la más conocida por sus propiedades de todas las que nacen en su suelo. El historiador y canónigo malagueño Medina Conde dice que en su composición entran “cobre, azufre e incluso mercurio que figuran como mineralizadores de este manantial empleado en enfermedades cutáneas y venéreas”.
El Diccionario Histórico-Geográfico realizado por don Pascual Madoz, a finales del XIX, afirma que nacen dos manantiales de agua de la misma naturaleza que los de Carratraca aunque con bastante rebaja de mineral. Los compuestos son una proporción de azufre de tal modo que se nota a la vista y al paladar por lo que el pueblo, que la conoce desde el tiempo de los árabes, la llamó la Hedionda o “jeyonda”.
Ver como todo el valle, cuando llega la noche, está en
sombras mientras en la cumbre aún hay sol es un espectáculo ideal para los
atardeceres de verano. La nula contaminación lumínica parece que las estrellas
están al alcance de la mano…
Sierra de Aguas
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