sábado, 5 de julio de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Fernando, el de Antequera

 

 


                       Tumba de Fernando de Antequera y Leonor de Alburquerque.


Julio, 5 sábado.

Zaragoza hace unos meses recreó con una serie de actos lúdicos la coronación de Fernando I de Trastámara – la última de un rey coronado en la Historia de España – como rey de Aragón.

Casado con Leonor de Alburquerque. Hijo, segundo de Juan I de Castilla y Leonor de Aragón, hermana de Martín I el Humano, nieto de Pedro IV el Ceremonioso y de Enrique II de Castilla… Pedigrí no le faltaba.

Fernando fue uno de los hombres más poderosos de su tiempo. Reinó en Aragón y “reinó” en Castilla como regente de su sobrino, Juan II, hijo de Enrique “el Doliente”, durante su minoría de edad, a la sombra de sus títulos de sus posesiones que, además de la política, lo hizo grande en la economía – su riqueza, enorme - lo convierte en uno de los personajes más sobresalientes de su tiempo.

En 1410 tomó Antequera, una vez rota la tregua con el reino nazarí. La ciudad le ha dado su nombre a la calle principal y ha levantado una estatua ecuestre en la plaza del Coso Viejo.

Por el compromiso de Caspe en 1412 llegó a gobernar en Aragón. Su tío Martín I “el Humano” había muerto, dos años antes, en 1410 sin descendencia. Contó en su ayuda con el Papa Benedicto XIII, el Papa “Luna” – antipapa por el Cisma de Occidente, en Peñíscola y del que se separó después -, el apoyo de san Vicente Ferrer, confesor del Papa, de la poderosa familias de los Centelles y los Urrea, una parte de la burguesía barcelonesa y con los nueve representantes de los tres reinos, Aragón, Valencia y Mallorca a los que sobornó.

Permaneció en el trono por espacio de dos años hasta su temprana muerte a los 36 años. Es el primer monarca de la dinastía Trastámara tras la celebración del Compromiso de Caspe -junio de 1412- y con él se resuelve el problema sucesorio creado a la muerte sin hijos de Martín I 'El Humano'.

En la Seo del Salvador y en la Aljafería de Zaragoza se recordó la efeméride con actos que daban vida a los personajes y a las costumbres del siglo XV cuando ya la Edad Media tocaba a su fin.

El nuevo soberano se impuso sobre su cabeza la corona como nuevo rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Sicilia, Cerdeña y Córcega, duque de Neopatria y de Atenas, conde de Barcelona, de Rosellón y de la comarca catalana de Cerdaña.

Sus restos están en el monasterio de Poblet panteón de los reyes de la Corona de Aragón.



Fernando, el de Antequera. Coso Viejo. Antequera (Málaga)



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