martes, 1 de julio de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Con el chaca chá del tren

 

 



De niño admiraba los trenes; de grande, una obsesión; ahora, cuando la vida declina y dicen que el ecuador ya está un tanto lejos, los ve como algo mitad ilusión, una realidad que ha cambiado y algo que ya pasó.

Mis primeros viajes en tren eran a la estación de Cártama y a Málaga. A la primera con más frecuencia. El “doce” era un tren de mercancías que los domingos llevaba un vagón que admitía viajeros. El nombre, una entelequia. Nunca venía a su hora. Nosotros íbamos a casa de mis tíos Ezequiel y Antonia. Mi tía tenía siempre un puchero esperándonos. Mi tía tenía manos de ángel para cocina.  La hora que siempre estaba sobrepasada y que estaba guisado con carbón mineral - ¡aquello quemada, Dios cómo quemaba! – era algo delicioso. El regreso, al atardecer, en el mixto.

Luego vino el primer viaje a Madrid en el Express. Toda la noche de viaje. Era verano, las campiñas de Córdoba olían a rastrojo. En la estación de Aranjuez unos golpes secos y metálicos sobre las ruedas me despertaron… Al rato Madrid. ¡Cómo era Atocha entonces!

Un mes de curso de verano en Ciudad Real me dio a conocer unas tierras hasta entonces solo leídas o vistas en los mapas. Regresamos con un tren de carbón (Puertollano-Manzanares) y allí enlazamos con el Costa del Sol que venía de Madrid a Málaga… “Tú, sabes que si tienes un accidente, este billete no es válido porque va escrito por detrás” dijo el interventor  y agregó: “!Estos jóvenes! no tenéis arreglo…” (Recuerdo  el texto como si lo tuviese delante).

Era Semana Santa. Con José Luis Araujo sacamos un kilométrico en las oficinas que tenía Renfe en calle Strachan. 3000 km. El revisor cortaba los kilómetros de estación a estación. Recorrimos muchas tierras de España. En Madrid, de regreso, tuvimos que incrementarlo con 43 km. Habíamos fundido la capacidad anterior…

Vinieron, aquella víspera de Navidad en Espeluy. ¿Soldado, usted no va para Málaga? Sí. Este tren lo cortaron en Valencia. Esta parte, para va Almería; su tren está en la vía 2… Dese prisa, y yo corrí por las vías con todo lo que daba un petate al hombro y las ganas de llegar a casa.  Y, luego, las 25 horas de Barcelona a Málaga en el ‘catalán’, y Bobadilla y Málaga encubridoras y el Talgo y tres días con sus noches en la Plaza Vázquez de Mella y…

La gran experiencia fue el Transiberiano. Moscú-Jabarosk donde se unen el Amur con el Ussuri. A los occidentales no nos permitían llegara a Vladivostok…  ¡Ya ven cosas que pasan!  

Hoy la actualidad habla de un puñado de gente que están en todas las pantallas de las televisiones. Estamos empachados. He optado por el chaca chá del tren… Ustedes perdonen.

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