martes, 27 de junio de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Auroras boreales


                         


27 de junio, martes. Canadá está en América del Norte; Canadá tiene parte de su territorio dentro del Círculo Polar Ártico; sus tierras están bañadas por dos de los grandes océanos del Planeta Tierra, el Atlántico por donde sale el sol y el Pacífico por donde se pone…

Canadá, decía el texto de SM de Geografía Universal de Segundo, cuando don Emilio Mandly nos hizo amar el mundo en aquellos años en que uno despertaba a la curiosidad, o sea a la vida, es casi tan grande como toda Europa.

Es un territorio de enormes praderas, de bosques interminables, de inviernos gélidos porque ningún accidente natural frena los fríos que vienen del Polo. Está habitado por gente que tiene una manera de pensar y de actuar muy distinta. Y si no me creen que se lo pregunten a uno de Ottawa o de Vancouver…

Hace unos días han tenido unos incendios descomunales. Uno ya no sabe si han sido muchos incendios en lugares muy dispares o si ha sido uno solo con tantos focos que se parecía a los niños cuando salen al recreo, que todos caben en un aula, pero luego, dispersos, les falta patio.

Ha saltado la noticia en los periódicos. Por un momento no nos han bombardeado con la política y nos han dicho que el humo de los graves incendios de este mes de junio ha llegado a Galicia tras recorrer miles de kilómetros en las capas altas de la atmósfera. Un hecho que se ha podido comprobar en el cielo desde el pasado domingo, cuando comenzó a detectarse el humo.

He leído la noticia. Se me han venido cosas a la cabeza. Me he acordado del chascarrillo. Es muy conocido, pero en estos tiempos de tanta crispación - ¿no se han enterado que algunos en Ripoll no quieren que se coma fuet para no ‘ofender’, como suena, a los de otra religión? – viene bien esbozar una sonrisa.

Cuentan que desde el Ministerio del Interior cursaron un telegrama al responsable de la seguridad en la provincia.

-      Se prevén auroras boreales, en su zona, informe consecuencias.

-      Auroras boreales detectadas y sus secuaces, todos en la cárcel. Contestó el de turno.

Inmediatamente desde el Ministerio le cursaron el telegrama de recibo.

-      Cuando los Gobernadores Civiles detectan auroras boreales, dimiten.

La pena, por lo de la dimisión, claro, es que todo este remate solo sea un simple chascarrillo…

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