Dicen, que aquel hombre a quien
la suerte hirió con zarpa de fiera, se fue a los brazos del Cristo - de su Cristo - y se durmió como quien reposa
la cabeza en el último suspiro y allí se quedó porque sin saberlo él, el Cristo
de la Buena Muerte
lo esperaba desde no sabía él cuando, en Santo Domingo. Y dicen y dicen….
Los papeles viejos cuentan que
era allá por el XVI, en 1579 cuando se funda la Cofradía de Nuestra
Señora de la Soledad. Procesión
severa y seria. Salen en Viernes Santo. La orden dominica, en el corazón
perchelero le cede los terrenos necesarios para capilla y panteón… Nacía - años
después junto al Cristo de la Buena Muerte
- una Congregación, Santo y Seña de la Semana
Santa de Málaga.
No se sabe cuándo se produce el
entronque de Pedro de Mena con la Congregación. El imaginero nació en un agosto
granadino y murió en un otoño malagueño del siglo XVII. No importa ni el día ni
el año. Los papeles lo dicen pero ¿qué más da? De Granada se trajo el
misticismo y de Málaga tomó la brisa que venía del mar y todo quedó marcado en
su obra.
Se instaló en calle Afligidos
para ‘estar cerca de sus hijas’ profesas en la Abadía del Cister, en frente, y
junto a la Catedral donde dejó una de sus obras maestras en el Coro. Después
vinieron otras: María Magdalena, Ecce Homo, San Francisco de Asís…. Y el
Cristo.
Una aciaga noche – de mayo - a
muchos hombres se les cambiaron los cables. Era 1931. El fuego devora Santo
Domingo y muchos templos más de Málaga… Entre otras obras desaparecidas, el
Cristo de la Buena Muerte…. Legión, Buena Muerte, Santo Domingo, Perchel y Mena…
y España sin entenderse. Papeles, muchos papeles dicen eso y más cosas.
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