jueves, 21 de mayo de 2015

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Conferencia, via El Lugá


-          Oiga, señorita, póngame con el 73 de Álora

-          No se retire, por favor.

Y la señorita jugaba con las clavijas que estaban al final de una cuerda larga, que no era cuerda sino algo como de goma y que además se estiraba y la enchufaba en el tablero que estaba al otro lado de la línea y luego, salía la respuesta a lo demando…

-          Señorita, quiero que me ponga con el 205 de Málaga

-          Tiene dos horas de demora…

Y, la cosa seguía su marcha y la vida de las comunicaciones del pueblo se llevaba a través de una centralita que estaba en el Callejón, dos casas más arriba de donde Maruchi, ‘la Meína’ vendía arencas para merendar y botijos de La Rampla y alpargatas y…

 Otras veces, una mujer mayor, vestida de negro que no se había quitado le luto desde que era una muchacha porque se le había muerto primero, la abuela y, luego su padre y después su madre, y desde hacía no se sabía cuánto su marido que se lo había llevado una puñetera enfermedad que había pillado en el pulmón y don Francisco Zamudio le había dicho que aquello tenía poco arreglo.

-          Niña, porque para ella, la señorita del teléfono era una ‘niña’, quiero una conferencia con Avilés porque quiero hablar con mi hijo para decirte que ya ha venido al cobro el recibo de las “canales”…

-          Tiene siete horas de demora – el recibo de la contribución, no – la conferencia…

Había también quien recibía una conferencia en el teléfono del Bar de Salvador. La conferencia era para las cuatro. Sonaba el teléfono, el camarero se acercaba a la mesa donde se intercambiaban las fichas de dómino – porque en Álora es palabra esdrújula – don José, la conferencia de… Se levantaba, elevaba la voz para que todo el publiquito se enterase de su importancia como hombre de transaciones y negocios.

-          Sí, sí. El camión de cochinos viene a la estación; es para Zumaquero.

-          ¿Cómo?

-          Le deletreo: ‘Z’, de Salamanca; ‘U’ de ‘Güerva’… Todo en mayúsculas porque estos señores son muy importantes. Y, seguía…

Y, todo viene porque Agustín Lomeña me pide que lo ponga en contacto con Felipe Aranda, y no hay manera  que, entre ambos dos, lo consigan y he tenido que decirle que manda… que dos perotes, en Málaga, se pongan en contacto telefónico, vía el Lugá…

-          “Po, ezo, Empu…”
 

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