lunes, 9 de junio de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Bullicio

 



Junio, 9 lunes

Era poco más de media tarde. Habíamos dado cuenta de un gazpachuelo de escándalo, acompañado de manzanilla muy fría… Callejeo. Subo por calle Granada, giro a la izquierda y me pierdo por Niño de Guevara. Hacía años, -quizá desde aquellos de estudiante, en que un amigo tenía piso alquilado en Marqués de Guadiaro- que no me las andaba por el barrio. Han cambiado cosas, casas y pavimento. Hay un cierto olor a rancio.

Las ciudades se renuevan de dos maneras: huyen hacia los arrabales y crean barrios nuevos (les dan otros nombres) pero no dejan de ser barrios; otra, remozan, renuevan y llevan a cabo un aggiornamento de lo que se resiste a morir bajo el imperio de lo que se dice modernidad.

Me llama la atención el número de bares que han abierto en la zona. ¿De dónde se saca dinero para llenar todo esto? Recuerdo lo del poeta, aquello de más de cien tabernas y la sola librería. Al igual se empeñan en que siga vigente la afirmación. ¿Quién lo sabe?

 Se resisten los balcones con herrumbres y dinteles desvencijados, apuntalan las fachadas en un afán de que perviva una arquitectura decimonónica o si me apuran de principios del veinte y, a través, de las ventanas, lo que en otro tiempo pudo ser la sala de estar, hoy es un espléndido herbolario de matojos secos.

A duras penas entra el sol. Umbrías y calles estrechas. El cielo queda muy alto. Y la luz… ¿dónde se mete la luz en este entresijo de callejuelas? Casi antes de llegar a su calle, (a la calle a la que da nombre) una placa dice que esta casa vivió, tuvo su estudio y falleció el pintor Denis Belgrano. Fue uno de los grandes de la pintura malagueña del XIX.

El mármol viejo pone nota de cultura. Lo dicho flota un cierto olor a rancio en el aire y un bullicio de gente va y viene ¿por la proximidad de los museos: Picasso, Revello de Toro, Catedralicio o simplemente por la gente de no sabemos de dónde que ha tomado las calles?

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