miércoles, 25 de junio de 2025

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Olavide

 




Junio, 25 miércoles.


Pablo de Olavide y Jáuregui fue un ilustrado español nacido en Lima en 1752, murió en Baeza Jaén en 1803 después de una vida azarosa donde llevó a cabo los principios de la Ilustración y de haber pasado muchas penalidades y cárcel. Está considerado como el gran reformista del reinado de Carlos III

Su padre, navarro; su madre, limeña. Estaban asentados en el comercio. Educado en las órdenes religiosas implantadas en su ciudad. Destacó en actividades comerciales. Con 27 años quiso venir a España. Pasó por Centroamérica y Venezuela. El vieje estuvo plagado de incidencias. En Cartagena de Indias lo robaron y enfermo de ‘terciarias’ fue asistido en el Hospital de Pobres. Un terremoto asoló Perú. Fué el encargado de realizar obras sociales con los bienes de los damnificados no reclamados.

A España llegó por Cádiz. Se trasladó a Madrid donde tuvo problemas. Sufrió cárcel. Luego, viajó a Francia y por Europa. Era seguidor de Voltaire, Rouseau, Diderot, D’Alembert… De vuelta a España para donde envió cantidad de libros y cuadros Carlos III le encargó la repoblación de Sierra Morena.

Se estableció en Sevilla donde favoreció la enseñanza pública, repartió los bienes de los jesuitas expulsados, dotó a la ciudad de alcantarillado y en materia urbanística creó la Alameda de Hércules y adecentó las riberas del río.

En Sierra Morena asentó a colonos traídos de Centro Europa principalmente de los Paises Bajos y Alemania. Fundó más de cuarenta pueblos con trazados urbanísticos modernos y con servicios. Repartió las tierras entre los colonos que accedían a ellas o mediante alquiler o dadas en propiedad con la obligatoriedad de residencia.

Todo el que quisiera podría “adquirir 2000 fanegas para asentar a 40 braceros con la condición de dar a cada uno un par de bueyes, instrumentos de labor y la posibilidad de construir. Todos los demás baldíos se adjudicarían a censo perpetuo en lotes de 50 fanegas a quienes lo pidieren con la condición de que no posean ya una explotación de más de 30 fanegas, que tengan dos pares de bueyes y se comprometan a construir”.

La Inquisición se ensañó con él a raíz de una reforma en la celebración de los carnavales. Sufrió un sinfín de penalidades, humillaciones, persecuciones y atropellos. Peregrinó por España, exilio en Francia donde vivió la Revolución Francesa y volvió a sufrir cárcel.

Una Universidad Pública, en Sevilla - de actualidad por una actuación vetando la presencia de Susana Díaz en unas Jornadas, según informa la prensa “por temor a reacciones de la Diputación de Sevilla que preside el PSOE” -, un mercado y una plaza en Madrid llevan su nombre. Está considerado como uno de los grandes de la Ilustración en España.

 

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