Plaza de Chamberí (Madrid)
Chamberí está de moda. En una
de sus calles, Hilarión Eslava, vive desde hace unos años, el político, Santos
Cerdán, presuntamente implicado en escándalos de dinero y esas cosa feas que, a
veces, ocurren en las vidas de los hombres.
Chamberí debe su nombre a la
capital de la Saboya “Chambéry” tomada por las tropas hispanofrancesas cuando
con España sin arreglarnos a nosotros – los de aquel tiempo, claro – se
empeñaban en arreglar el mundo; otros dicen que a un regimiento francés
acampado allí durante la Guerra de la Independencia.
Enclavado en el distrito 21 de
la capital de las Españas, esa que don Antonio Machado dijo que era un
rompeolas, donde hace un frío que Dios tirita en invierno y un calor en verano
que achicharra, pero ¡miren por dónde! nadie es forastero y no preguntan de
dónde eres porque casi todo el mundo es “de Madrid y de otro sitio”.
Está delimitado por el norte,
por Cuatro Caminos y Raimundo Fernández Villaverde; sur, Glorieta de Bilbao y
Colón; este, Paseo de la Castellana y la Plaza de San Juan de la Cruz; oeste,
calle de la Princesa y Plaza de Cristo Rey.
Acoge a seis barrios: Vallehermoso, Gaztambide, Trafalgar, Ríos Rosas,
Arapiles y Almagro.
En la Edad Media perteneció a
la Orden del Templo; con Carlos I, zona de bosques donde cazaba la realeza; en
el XVII, se reparten sus tierras la iglesia, la nobleza y la monarquía.
Cultivaban cereales y vides. En el XVII y XIX aparecen las primeras industrias,
fábricas de ladrillo y tejas. Acogió cuatro cementerios y una ‘moda’ venida de
París, inhumaciones en nichos ‘para ganar’ terreno. Era parte del ‘ensanche” de
Madrid.
En su arquitectura se abre paso
la imitación del mudéjar: mucho ladrillo visto. Las plazas de Chamberi y la de
Olavide han experimentado continuas reformas. Acoge las embajadas de Colombia,
Reino Unido, Suecia, Filipinas, Alemania; Ministerio de Interior, Direcciones
Generales de la Guardia Civil y de la Policía, Defensor del Pueblo…. El museo
Sorolla, en General Martínez Campos; en Eduardo Dato la iglesia de San Fermín
de los Navarros, sombría y oscura con un clero muy mayor y donde si ustedes si
quieren escuchar cantos preconciliares solo tienen que madrugar un poco. El
estadio de Valle Hermoso, el Instituto Geológico Minero… y más, muchísimo más.
Si me permiten una licencia, en
Fernández de la Hoz, un colegio mixto, regentado por las Hermanas de la Caridad
acoge a alumnos de muchas nacionalidades. Por allí han pasado mis nietos y a
los que tengo que agradecer que en las horas de espera para recogerlos me han
permitido conocer el barrio casi al dedillo...
Hay más, - podríamos hablar de
Eloy Gonzalo, Largo Caballero, Glorieta de Quevedo, estaciones de Metro, Institución Libre de
Enseñanza- pero el espacio…
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