11 de julio, martes. El
viajero llega a Plasencia. Plasencia está en la Ruta de la Plata, tierras
arriba de Cáceres, antes del Puerto de Béjar. A la izquierda, Coria, en las
vegas del Alagón antes que lo remanse el pantano de Gabriel y Galán ( “He
dormido esta noche en el monte / con el niño que cuida mis vacas…” ¿se
acuerdan?); a la derecha, la Vera…
El viajero pernocta en el
Plasencia. Pasa una noche de calor que no mitigan los ventiladores. Temprano
echa carretera fuera. Primero, Pasarón de la Vera. Recuerda aquello de “pasaron
de la vera” que leyó el incauto, y que se dijo para sus adentros: “tanto, tanto
de la Vera y esto no es para tanto”. Claro, solo había dejado atrás el primero
de los pueblos.
En Torremenga recuerda a don
Justo al que solía llevarle un par de botellas de La Guita, que don
Justo agradecía regalándole un libro. A don Justo un medio día lo paró la
Guardia Civil. El guardia joven, le dijo de la necesidad de hacer la prueba de
alcoholemia… Don Justo se resiste amablemente, le dice quién es, y el guardia
que no acepta…
-
Anda, llama a tu capitán y dile que tienes aquí
parado a don Justo que ya ha celebrado siete misas esta mañana…
El hombre se acerca al coche. Llama…
-
Mi capitán, tengo aquí a un señor que dice que
se llama don Justo, que me pide que le llame y que le diga que ha celebrado
siete misas hoy…
-
Déjalo de ir, le contesta el superior, y dile
que no celebre más misas hoy…
El viajero pasa por Jaráiz y
llega Cuacos, pueblo donde, por las noches canta el agua en la fuente de la
piedra, y con calles – don Miguel de Unamuno decía que ‘chacareaban las
sombras? - por donde correteó Jeromín en su infancia porque el Emperador quería
tenerlo cerca… Sube al monasterio de Yuste; luego, sigue para Garganta la Olla.
Cena con sus amigos Mari Carmen
y Jesús donde la Serrana. Cenan como solo se puede cenar en un lugar
como aquel, y dan cuenta del vino de pitarra y de los torreznos (¡Dios mío de
noche y a esas horas!) y truchas frescas y unos tomates que un rato antes
estaban en la huerta…
Y se acuerdan de aquello “En
Garganta de la Olla / legua y media de Plasencia, /habitaba una serrana / alta
rubia y sandunguera…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario