viernes, 7 de julio de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El Tour

 

                                          

 


Col de el Tourmalet (Pirineos franceses)

7 de julio, viernes. Como cada año vienes cuando tiene que hacerlo. Llega también el chupinazo en la Plaza del Castillo de Pamplona y las mañanas con unos minutos de tensión de la gente que corre por las calles de la ciudad delante de los toros; cada año, llegan los espetos y las clavadas en los chiringuitos y los festivales de verano y todo eso que es largo de relatar.

Yo veo el Tour de Francia por muchas razones. La de menos, que debía ser la principal, el seguimiento de la carrera; es la que menos en engancha. Quedan lejos Bahamontes y el equipo del Kas y Perurena y Pedro Delgado y Miguel Induraín (porque uno se apunta a eso que suena a victoria ¿o no?)

A lo que iba, veo el Tour, sobre todo por los paisajes. Francia, la verde Francia de los Pirineos, de las llanuras centrales, de los Alpes y o esos otros puntos que suelen tocar desde hace unos años hasta aquí, para iniciar la carrera, bien en los Países Bajos o en Euskadi como ha sido este año… Aportan algo tan diferente a la sequedad que nos rodea que uno se engancha.

Desde que ha comenzado la carrera han sido un rosario de paisajes bellísimos. Se recrea la realización de la televisión sobre los monumentos que siembran el territorio; el verde de la yerba que corona desde los valles hasta los puntos más altos de los puertos; ríos con agua clara que corren y saltan entre laderas repletas de árboles. Es tanta la belleza que uno se asombra y siente envidia de no poder gozarlos más de cerca. También soy consciente de que los inviernos deben ser crudísimos y ahí la vida debe ser muy dura. Yo me quedo con las imágenes del verano…

Por cierto, ayer coronaron el Tourmalet (el paso más alto de los Pirineos franceses).  Entre los asistentes ilustres estaba el presidente de la República. El país vecino está sumido en una crisis enorme. Las noches son de disturbios a cuál más dantesco; la solución no parece fácil. El comentarista de la televisión, cuando anunció la presencia del presidente, dijo algo así como que “el Tour es una fiesta en Francia”. Sé por amigos que, efectivamente, es inaudito durante todo el mes de julio pero, ¿a que es muy bonito que la máxima autoridad se acerque hasta algún punto donde la gente está disfrutando de un espectáculo único? El Tour nos da colorido a las siestas tórridas del verano.

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