3 de julio, lunes. El
Guadiana salva la enorme presa de Alqueva. Entonces, vuele otra vez, - deja ser
mar – a su origen, es decir, a ser río. Es curso fluvial. Corre por terrenos
quebrados. Lleva solo, porque así lo determinan el 15% de su caudal. El espacio
natural es de una sobriedad que asombra. Es un espacio natural protegido…
Deja de ser vecino del Alentejo
y Extremadura y ahora tiene por vecinos el Algarve y Andalucía. El Algarve es
la tierra más al sur del Portugal. Desde aquí, desde Sagres, en el Cabo de San
Vicente los portugueses con Enrique “el Navegante” decidieron conquistar
el mundo navengando… siempre hacia el Este y así Bartolomé Dias dobló el Cabo
de la Tormentas; desde entonces se llamó Cabo de Buena Esperanza, en el sur de
África y a Goa y la India…
En la otra orilla, Andalucía y
las estribaciones de Sierra Morena “¡Qué bien los nombres ponía / quien le
puso Sierra Morena / a esta Serranía!”. La tierra de Huelva se alza con la
bandera de representar a toda una tierra, Andalucía, que tiene una superficie
casi tan grande como el mismísimo Portugal.
Sanlúcar de Guadiana – el río
es navegable hasta allí, desde su
desembocadura- perteneció a la Taifa de Niebla y geográficamente al Andévalo.
Como toda ciudad fronteriza que se preste tiene su castillo, aunque su
población es muy reducida, vive casi de lo que antaño fue ciudad fronteriza. Un
pequeño barquito lleva y trae pasajeros a Alcoutim, el vecino de enfrente.
El Guadiana toma entidad e
importancia aguas abajo. Hasta la construcción del puente internacional
Ayamonte (antes se cruzaba el río en barco ) frente a Vila Real de Santo
Antonio era lugar obligado para viajeros que pretendían en encontrar las
bellezas naturales del Algarve, en unas playas únicas; de quienes iban por ‘mercancías’ (tabaco,
café, toallas y mantelerías o vajillas de cerámica…) Había otro contrabando,
era a mayor escala, pero ese, obviamente, no pasaba por la frontera.
Al llegar aquí, cuando el
Guadiana está próximo a entregarse a la mar océana, por donde navegaron Magallanes
y El Cano, y el gran Almirante y… Cabe, porque es preceptivo recordar a Carlos
Cano, aquella canción suya: En las noches
de luna y clavel / De Ayamonte hasta Villareal / Sin rumbo por el río, entre
suspiros / Una canción viene y va / Que la canta María… María, “la portuguesa”.
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