Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Homenaje a Antonia Contreras

 

                           

12 de julio, miércoles. Me enfrento a un papel en blanco. Me viene a la mente la voz de aquella mujer, Marie Mathieu,  a la que alguien llamó el “ruiseñor de Avignon”. Pero, no es eso. Su voz era única, sorprendente y limpia. Su voz era gutural que daba una sensación de algo nuevo… La voz de Antonia Contreras es eso y algo más.

Me acuerdo de los versos del romance: “Fontefrida, Fontefrida, Fontefrida y con amor do van las avecillas a beber…” No, tampoco eso. La fuente de la que emana el arte de lo más auténtico en Antonia Contreras es una fuente de una riqueza de tal ebullición que, además de calmar la sed de quien se acerca a esa fuente, le da más, mucho más. Por cierto, ¿cuánto tiempo tardó el arte de Antonia Contreras en abrirse paso en ese mundo tan duro y de competencia como es el de convencer desde un escenario a quien se para a escucharla?

Me vienen a la mente los versos aquellos de “yo sé bien la fuente que mana y corre…” de San Juan de la Cruz… Por ahí sí, por ahí puede ir la senda que lleva a la fuente. El poeta rompió los moldes de la poesía mística; Antonia Contreras ha roto las ataduras que, a veces, encorsetan el cante en lo repetitivo y añejo. Antonia ha incorporado versos escritos por mujeres y ella le ha dado con su cante voz y sitio que nunca pudieron ni soñar.

En 1922, era junio, y en Granada, Manuel de Falla, Federico García Lorca, Manuel Ángeles Ortiz y otros muchos… decidieron sacar – a lo mejor la palabra no sea ‘sacar’ – el Cante de los Tablaos donde se había enclaustrado y pusieron en marcha el Festival de Cante Jondo.

Ha pasado mucho tiempo. La Peña Flamenca de Álora, rompe moldes- ¿cómo hicieron ellos hace más de un siglo? –  y dedica su XLIX Festival de Cante Grande a Antonia Contreras. Hasta ahí puede entrar en lo normal; lo que viene después no lo es. En la esa noche, la del sábado 15 de julio de 2023 van a subir al escenario: Esther Merino, Isabel Guerrero, Chelo Soto, Pilar Vergara, al cante; Mercedes Luján, Celia Morales y Lidia Vergara, a la guitarra; el Cuadro Flamenco de Blanca Trillo…

La Peña Flamenca de Álora y Antonia Contreras, ambas dos, que ‘tanto monta’, entran con pie propio, (solo mujeres, ¡ya es hora de dar el sitio que le corresponde a la mujer!) en el Libro de Oro de la Historia del Cante Grande.