miércoles, 26 de julio de 2023

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pedro Roldán



Cristo de la Caridad. Pedro Roldán. Hospital de la Caridad. Sevilla.


26 de julio, miércoles. Mi  amiga Pilar me envía un correo: “El Museo de Bellas Artes de Sevilla prepara una muestra sobre el imaginero Pedro Roldán entre diciembre y marzo de este año y el que viene”. Me manda, también, un enlace, donde aparece la noticia en el Diario de Sevilla y, por si fuera poco, me da un consejo, “no te la puedes perder”. Uno que se pirra por estas cosas, que le encanta viajar y que además la cosa va en una de esas ciudades que marca, pues lo tiene claro. Hace unos años la divulgación de la obra de Martínez Montañez; ahora la de Pedro Roldán… ¿Qué más se puede pedir?

La familia de Pedro Roldan – era el segundo hijo - del matrimonio formado por Marcos Roldán, carpintero de oficio e Isabel de Fresneda, era oriunda de la montaña de León. Se afincaron en Antequera. Pedro nació en 1624, en Sevilla (donde murió con 75 años) por desplazamiento profesional de su padre. Se bautizó en la parroquia del Sagrario. Volvió a Antequera y luego vivieron en Orce (Granada) donde murió su padre, siendo él muy pequeño. De hecho, se afirma que es de allí en su partida de matrimonio en la iglesia de San Nicolás del Albaicín con Teresa de Jesús Ortega.

 

Entró a formarse en el taller de Alonso de Mena; tenía catorce años. En mayo, de 1646 antes de morir su maestro, está ya en Sevilla. Un año después en 1647, tiene su propio taller establecido en la plazuela Valderrama, en el barrio de San Marcos.

Vivió en diferentes lugares de la ciudad. Tuvo relación de amistad y profesional con Murillo, Valdés Leal, Alonso Cano y Pedro de Mena. De hecho, es padrino de un hijo de Sebastiana de Mena.

En Sevilla realiza una obra ingente en cantidad y en calidad. Para algunos autores está considerado como el más grande de los imagineros del Barroco español. Compró solares y varias casas en la plazuela de Valderrama donde implantó su taller.

Fue un innovador en muchas facetas. En su taller trabajaron sus hijos, sus yernos y sobrinos, además de otros artistas, que buscaban su formación. Entre sus seguidores, destacan su hija Luisa Ignacia que se conoció como “la Roldana” y con quien tuvo desavenencias subsanadas posteriormente y su nieto Pedro Duque Cornejo.

Su obra – considerada como una joya - está muy dispersa por toda Andalucía. Se van a exponer cuarenta. La muestra va a ser algo excepcional…

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