23 de julio, domingo. El Modernismo,
movimiento cultural que encontró acogida en la pintura, literatura y
arquitectura surgió en el siglo XIX. Se desarrolló en toda Europa. En Cataluña,
principalmente, en Barcelona, dejó sus huellas en el desarrollo urbano e
industrial; recibió el nombre de Renaixença”. Artistas catalanes, lo
difundieron por León, Comillas, Cartagena, Astorga o Melilla… Tuvo gran
protagonismo en las Exposiciones, Universal e Internacional de Barcelona, de
1888 y 1929
En la arquitectura, impulsado
por Gaudi, Elías Rogent, Lluís Domènech i Montaner, Juan Rubió, Josep Puig i
Cadafalch o Josep María Jujol, tuvo su lenguaje propio.
La casa de Terradas, conocida
como la Casa de les Punxes, entre las calles de Rosellón, Bruc, y la
Diagonal, obra de Josep Puig i Cadafal, partícipe activo en la política
catalana. Apoyó el golpe de Estado de Primo de Rivera y acompañó a la estación
cuando partió hacia Madrid; exiliado en la Guerra Civil en París, regresó en
1942, pero el Franquismo le retiró la habilitación en Arquitectura.
Bartomeu Terradas Brutau,
empresario textil y terrateniente, a comienzos del siglo XX, en 1905, le
encargó una casa para cada una de sus tres hijas: Ángela, Josefa y Rosa.
El arquitecto aprovechó una
esquina triangular, y edificó una obra de arte inspirada en el castillo bávaro
de Neuschwanstein, rematado con seis torres en puntas – de ahí su nombre de Casa
de los Pinchos – con una decoración exterior impresionantemente bella. El
edificio, inserta además de las novedades arquitectónicas, la peculiaridad de
que siendo uno, son tres viviendas.
Puig i Cadafalch jugó con los
elementos decorativos – y algo más - para su diferenciación exterior. En la
fachada de la esquina de Rosellón con la Diagonal, un panel escultórico
representa un ángel. El dibujo fue realizado por Enric Monserdá y Vidal. Hace
alusión a su propietaria, Ángela… En los anagramas, a modo de cenefa, se
repiten las letras ATB en alusión a su propietaria.
En la fachada de la propiedad
de Josefa, entre la Diagonal y la calle Rosellón, van una vara de nardos –
evocando a San José - en panel cerámico, también de Monserdá, y la figura de
San Jorge, en lugar preeminente, patrón de Cataluña y una leyenda: “Santo
Patrón de Cataluña devolvednos la libertad”.
En la propiedad de Rosa se
insertan, principalmente, elementos vegetales: frutas, manzanas, granadas,
margaritas, tréboles y obviamente, rosas. Aparecen también elementos marineros
como nudos propios del arte de la mar.
Hoy, propiedad privada, esta
obra es una muestra más de la enorme riqueza que el Modernismo dejó por toda la
ciudad de Barcelona.
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