Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Alora, sol y flores

                         

  Jardín vertical entre calle Cantarrana y Algarrobo. 

14 de julio, viernes. Hace unos días me las andaba de penitencia, después de haber cumplido ‘otros’ deberes, con mi amigo Juan Blanco. Intentábamos arreglar el mundo, cosa muy propia de las buenas intenciones, pero ya se sabe…  

Convinimos que, entre otras cosas, a Álora, su pueblo y el mío, le faltan sombras y flores y le sobran horas de sol. Uno, a veces, se siente como esos seres de la creación de canto monótono que insiste e insiste. Casi nadie le hace eco, pero a lo mejor tiene la suerte de que alguien lo escuche. Un exalcalde, que es amigo mío, en una ocasión me dijo: “por tu culpa’ he llenado el pueblo de árboles”. Es verdad que había sembrado muchos. Había llenado muchas aceras y rincones, pero no eran suficientes… Todos ‘eran’, pero no eran todos los que tenían que estar.

Lina Perota - una mujer extraordinaria - emprendió una campaña donde incitaba a poner belleza en las fachadas y se premiaban balcones, calles, rincones… Lugares donde la belleza floral sobresalía. No sé si ha seguido adelante con el empeño. Desde luego, algo tan bello no puede echarse al olvido. Eso de “Pon flores en tu balcón…” No tiene que dejarse para otra ocasión.

Hay un dicho que afirma que los errores de la cirugía se corrigen con tierra; los de los cocineros con salsas y los de la arquitectura con flores. De los primero, mejor no opinar; de los segundo, mejor no probarlo; de los tercero… no es fácil.

Una mañana amaneció la fachada que hace esquina y comparten las calles Algarrobo y Cantarranas con un jardín vertical. Lo que era una pared fea y desangelada se había convertido en una cortina verde que bajada desde la altura al suelo. Habían puesto una nota bellísima; ganó en policromía y buen gusto… El comentario, unánime: ¡Enhorabuena a los que han tenido la idea, la han ejecutado y han conseguido que esté ahí para disfrute de todos...!

Me hago una pregunta ¿Sería mucho disparate que la nueva Corporación incite, con una participación de todos – ojo, escribo todos- ediles, asociaciones, peñas… como objetivo trasformar nuestro pueblo en ‘una ciudad jardín’? Sería algo bellísimo, porque aún, siendo hermoso, lo haríamos aún más… Suerte y al toro que es una mona. Va a repercutir en calidad de vida de todos. Solo hay que esperar que se tome nota y a que se mitiguen un poco las calores.