sábado, 17 de septiembre de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. España desconocida: Fonsagrada


   

 Seimeiras de Queixoioro. Fonsagrada. Lugo

 

17 de septiembre, sábado. Tropiezo con unos apuntes de un viaje de hace unos años. No están publicados, pienso que puede ser el momento…

Estoy en la costa – atrás ha quedado la Asturias profunda desde Corias a Taramundi – Echo un vistazo a Ribadeo. El río, el Eo, entre Galicia y Asturias, un puente enorme, playas de acantilados. El Cantábrico se pierde bajo la bruma del horizonte…

Giro y encaro hacia Mondoñedo. Alvaro Cunqueiro, inmortalizado en bronce, observa la mole de la Catedral y detrás, el Seminario. Recuerdo que alguien dijo: “la ciudad ideal para vivir es la que tiene Obispo y no tiene Gobernador Civil”. Amén. Me adentro en el templo. Huele a humedad de siglos.  Oscuro, lúgubre. Hace un poco de fresco dentro. Es verano y no despega un jersey ligero.

Salgo por una de las puertas laterales. Tomo una carretera de montaña. Tortuosa, estrecha, prados. Pastan las vacas. Unos terneros, de pelo rubio, pasan la tarde entre yerba verde junto a sus madres.

Busco el nacimiento del Miño. Cuando yo era niño, don José Oropesa nos enseñó cantando con un puntero sobre un mapa de huele… “El río Miño, nace en Fuente de Miña, provincia de Lugo, pasa por Lugo, Orense y Tuy, hace frontera con Portugal y desemboca –los niños tomaban aire - por la Guardia….”

Luego, después, cuando he andado caminos me he enterado que nace un poco más alto de Meira, - la Colegiata de Santa María, soberbia -  en la Sierra, en el Pedregal de Irimia. La ‘fuente’ queda cerca del pueblo, pero un poco más abajo del pedregal.

Cae una tarde preciosa. El canchal está húmedo. No se ve el agua. Está rodeado de árboles frondosos, turberas y robledales… Todo a su alrededor está verde…

 

Paso la noche en Fonsagrada. Me dicen que la población se asentó junto a la fuente de propiedades curativa. Aquí, me cuentan que viene gente de todos sitios, porque se come el mejor pulpo de Galicia. Les digo, que lo mismo me han contado en la pulpería Ezequiel, en Melide y en Carballino y en…

 Me aconsejan bajar a Seimeiras de Queixoioro. Lo hago a primeras horas de la mañana. Es uno de los paisajes más recónditos y bellos de los que uno puede encontrarse por esos mundos de Dios. Uno siente de pronto, un sobrecogimiento interior y la sensación de estar inmerso dentro de un mundo de magia.


 

 

 

 

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