domingo, 11 de septiembre de 2022

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pasó el día, se acabó la romería...

 

       



Mañana luminosa. Cielo azul y limpio. Repunte – o sea, levante de noreste - de aire fresco. Palomas en revuelo… Bullicio tempranero. Resuenan los cascos de los caballos sobre el asfalto. A alguien se le ha olvidado poner la señal que anuncia que está prohibido el estacionamiento de vehículos durante un cierto tiempo…



La calle se queda estrecha, pequeña… Cada vez afluye más gente.  Diseños. Mujeres guapas a la grupa. Combinación de colores y gustos exquisitos. Hay ganas muchas ganas de fiesta, de una fiesta diferente. Es la romería. Dos años de restricciones, miedos, preocupaciones…




Carrozas, enganches. Están colocados en un orden de salida…

 





La romería es la última gran fiesta del verano. La gente acude y acompaña a la Virgen.  Cada cual monta lo que puede…

 




Es la Virgen de Flores. Retorna a su santuario después de permanecer varios días – desde finales de agosto – en la parroquia. Ahora, una vez que lleguen, una misa de romero y en el camarín, bellísimo, de rocallas barrocas, la imagen espera, cada día, a las personas, que se acercan hasta ella.

 


A Flores – la Virgen de Flores, reside allí desde hace más de quinientos años que vino de la mano de los marochos, o sea gente de Encinasola, que acompañó a las tropas de los Reyes Católicos en la toma de Granada – se va a ver a la Virgen, a pedirle, a contarle cosas…

 


Es media mañana aparece el Guión. Viene a caballo, como suele ser norma en una romería…



Detrás, caballistas engalanados. Gente madura, menos joven, y el futuro. Es la semilla que germinará y dirá que las tradiciones se renuevan, pero no se acaban…


 

 Sobre una carroza, Ella. Viene engalada. La carroza tirada por bueyes – en este caso, vacas – camina despacio. Es el paso lento, acompasado. Está arropada por el gentío… Voces, cánticos…



Un grupo de verdiales – verdiales del siglo XXI – rompe con su vestimenta tradicional. Su traje es otro. Hoy, pantalón vaquero, persiste la blusa blanca. Suenan castañuelas. Cánticos. Mujeres guapas. Trajes de diseño…

Detrás la comitiva de carrozas engalanadas.Se estira el cortejo.

 Quién trae vehículos de antaño, quién se adapta y cambia y ahora es un tractor potente, ruidoso…


 


Pasa la comitiva. Se aleja, despacio. No hay prisa… “Pasó el día, se acabó la romería…”

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