28 de
noviembre. Domingo. Desde muy temprano celebran una prueba
deportiva por las calles del pueblo. Tiene un nombre en inglés. No sé cómo a la
gente se les ocurre esos nombres tan raros. Es una combinación entre carretera
de bicicleta y atletismo. Hace frío, bastante frío.
A media mañana, un viento
gélido, medio malhumorado, ha dejado el cielo limpio de nubes. Agita los
pimpollos de los cocoteros de la Avenida. Es un viento que sopla del noroeste.
O sea, el terral en versión de este final de otoño o lo que es lo mismo, algo
que hace insoportable estar en la calle. La gente joven lo aguanta casi todo.
Por cierto, hablando de gente
joven salta la noticia. Un chaval viola a una menor de edad en un polígono de
Dos Hermanas en Sevilla. Cada día hay más desquiciados, cada día más con el
norte – bueno, el norte y los otros tres puntos cardinales – perdidos.
Dicen que buscan la felicidad
en el alcohol, en la droga, en la velocidad… Lo cierto es que la buscan y no la
encuentra. No se quieren enterar que han equivocado el lugar de búsqueda. Y así
va la cosa. Entre virus, noticias de muertes y violencia a uno le entran ganas
de no ver la televisión.
Me envía Sebastián una nota donde
me informa que la hermandad de Gloria que esta mañana ha procesionado por las calles de Málaga suele
hacerlo en torno al 27 de noviembre, cercano al primer domingo de Adviento, y que recuerda la intersección de la Virgen de
los Remedios en el maremoto que sobrevino al terremoto de Lisboa en 1755.
La recuperaron de esta
celebración se hizo en el año 2000. En todos los tiempos cuando los
acontecimiento naturales desbordan y dejan al descubierto la impotencia, el hombre
se agarra a las intervenciones divinas… Tan sobrado en algunas cosas y tan
limitado, en otras.
La gente se ha echado a la
calle para “ver” las luces en el centro de Málaga. Calles intransitables.
Aglomeraciones. ¿Qué va a venir de todo esto? Tampoco se sabe qué futuro les
espera a muchos trabajadores de Unicaja. Parece que la cosa está muy fea.
Problemas. El miedo es libre; el
peligro, real. Hace frío, mucho frío por fuera y… por dentro. A lo mejor, eso
de pedir milagros y mediaciones divinas no era cosas de otros tiempos…
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