Hace unos días, solo unos días,
el Diario la Opinión de Málaga informaba que está a punto de firmarse un
acuerdo en el que participan Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Administración
Central y Comunidad Europea. Entre todos abordan la solución, demanda desde
hace siglos, al problema del río Guadalmendina.
El río parte a la ciudad en
dos. Es tan ‘urbanita’ que lo pregona incluso en su nombre. “El río (Guad-) de
la ciudad (medina). Recoge las aguas desde los montes (Los Montes de Málaga),
parte de la vertiente sur de El Torcal, las del poniente de los montes que lo
flanquean y las del Campo de Cámara,
entre Casabermeja y Riogordo. Su nacimiento está en el Pico de la Cruz, en la
Sierra de Camarolos.
Históricamente ha sido el azote
de Málaga. Sus inundaciones como consecuencia de la lluvias torrenciales
originadas por las tormentas de otoño (lo que hoy se conoce como Gotas Frías)
sembraron la desolación, la muerte y la miseria reiteradamente. Los anales de
la Historia lo recogen y lo exponen para los curiosos y los historiadores. Los
meses de septiembre y octubre, los más temidos.
La construcción del pantano del
Agujero, casi a las puertas de la ciudad fue una solución temporal para regular
las crecidas. Una oquedad, de ahí su nombre, en el muro de la presa de
contención permitía la salida del caudal que solo el cauce del río podía
evacuar hasta el mar, teniendo presente que, aguas abajo, le tributaban los
arroyos de Los Ángeles y el del Calvario que quedaban fuera del control del
pantano.
Ahora, según el estudio
elaborado se van a efectuar obras en varias fases recuperando parte del cauce
para uso urbano (tendrán que soterrar una parte, así como las avenidas
laterales), otro como parque periurbano con arbolado y otras para uso de
esparcimientos deportivos. Desparecerá toda la mugre y suciedad que ahora
exhibe. Todo eso, naturalmente, en varias fases y sometido a las correcciones
oportunas.
La cosa va para largo, quizá
muy largo para algunos. Indudablemente, lo disfrutarán las generaciones que
vengan. Se harán munchas preguntas. Solo
dos no tendrán respuestas ¿por qué se tardó tanto?, ¿por qué no
buscaron el dinero antes? Será otra Málaga, será un poco más esa ciudad del
Paraíso que cantó Aleixandre y nos deleita a muchos malagueños.
Río Gudalmedina (imagen virtual) Centro de Málaga ¿Quién lo verá?
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