martes, 16 de noviembre de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Viaje

 

 

                                


Me levanto temprano. Día soleado y cielo limpio de nubes. Un café con leche, tostada con aceite y vaso de agua fría con limón. La endulzo un poco, a hierro, como que no. Voy a la gasolinera, lleno el tanque (se nota el tirón de los precios). La carretera a pesar de ser temprano va cargada.

Dos domingueros crean una retención de cuidado. Digo dos, porque cuando se llega al carril de vehículos lentos, a la altura de la Venta de San Antonio no se desplazan hacia el de la derecha como manda el Código y siguen, uno tras otro. Van de ‘campo y venta’. Los adelanto pasada Carratraca. Siento la mano sobre el claxon. Mi mujer me regaña. Mi mujer me regaña siempre, por casi todo. Yo nunca, le hago caso en casi nada…

Hay mucha gente en los alrededores de Ardales. Deben estar celebrando alguna prueba deportiva. Bordeo el pantano por la cabecera, por el Turón. No se ve la lengua del agua. El río parece quieto, da la sensación de estar parado.

Me desvío hacia Ronda. Un hombre monta un puesto ambulante. Coloca las cajas de frutas y hortalizas de manera que sean atractivas para los conductores.  Un rebaño de ovejas pasta a orillas de la carretera. No veo el pastor. Los animales están solos. Me adelanta un grupo de moteros. Esa gente anda que da susto. Creen que la carretera es un circuito. Se equivocan y, luego, viene lo que viene, a modo de derrapes y esas cosas.

Frente a la Venta del Verita veo que han sembrado una cantidad ingente de olivos. Hacía tiempo que no pasaba por aquí y me quedo sorprendido con estas siembras nuevas. Las plantaciones siguen hasta pasado Ortegícar que ya de por sí tenía un olivar extenso; ahora, más. Mucho más. Llegan hasta el borde del pinar que hay por bajo de la caliza de la sierra.

Las choperas doradas marcan el hilo del río Guadalteba. Serpentea por entre la tierra seca. La carretera está bien de asfalto. Cuando hagan, porque dicen que van a hacer una autovía que comunique Ronda con Málaga, esto va a ser un paseo. Enfrente, al otro lado, la Cueva –me acuerdo de un amigo entrañable –admiro las choperas vestidas de oro viejo. La Gracia de Dios se ha derramado de manera generosa sobre ellas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario