jueves, 2 de septiembre de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora.

 

                          


2 de septiembre.-  Dice la televisión, que el huracán Ida en Nueva Orleans, donde dicen que nació la música de Jazz a orillas del Misisipi, no ha dejado los destrozos que quedaron con otro huracán, el Katrina, hace dieciséis años. ¡Dios cómo pasa el tiempo! Bueno, pasamos nosotros y sin enterarnos. La capacidad de asombro dura tan poco, que lo de ayer ya es casi historia de cuando la gente estudiaba esas cosas, claro.

 

A mí lo del huracán Katrina me rompió los esquemas. He estado cuatro veces en los EE.UU. y siempre defendí ante los detractores de aquel inmenso país,  -donde la nación, unida por el inglés y la bandera son todos, y los estados, cada uno de sus componentes- que allí todo funcionaba.

 

Sin embargo, ahora después de unos años, veo que ni con cuatro visitas se conoce un país, ni uno está en el mundo que cree estar. No funcionó nada. Bueno, algo sí: la escapatoria para los ricos. Nueva Orleáns  por lo que mostraron las imágenes entonces y los periódicos, estuvo en el caos, la muerte y la destrucción. Ahora el Ida, ‘solo’ ha dejado cuatro muertos, y lo dicen y ni se sonrojan. Un solo muerto ya sería suficiente para preguntarse muchas cosas, pero a nadie le interesa.

 

Una chiquita muy joven ella ( no sé si eso se puede decir o tachan a uno de otras cosas) dice que ha aprendido de su abuelo lo de interpretar las cabañuelas y que en el mes de septiembre habrá tormentas.

 

Digo yo, que le pregunte al tal Biden si lo de Afganistán ha sido una tormenta en toda regla, o son retazos todavía de aquello que se llamó Vietnam. Este señor que está certificando, sin darse ni cuenta, como su imperio se viene abajo, porque no todo es dinero ni hedonismo. Ya ve usted, señor omnipotente presidente, ni le asesoraron bien, ni los barbudos fanáticos del desierto se creían nada de lo que florecía en aquella enorme corrupción…

 

Termino La otra historia de los Templarios de Michel Lamy. Documentado y exhaustivo. A veces se aleja demasiado por senderos que le disipan en el esoterismo y la masonería. Los Templarios, en su fundación, evolución y desaparición, están envueltos en el misterio. A lo mejor el misterio de eso que llaman ‘cambio climático’ va a dejar todo este pasado en algo anecdótico…

 

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