Peridiódicamente los finales de
verano, y los primeros meses de otoño – a veces se han extendido incluso a los
primeros meses de invierno – las riadas han sido una nota negativa por cuanto
suponía en daños personales, económicos y sociales.
El Guadalmedina arrasaba la
ciudad de Málaga, hasta la construcción del Pantano del Agujero. El
Guadalhorce, hacía destrozos descomunales en toda su cuenca. Las estadísticas
informan de inundaciones y daños. Otras veces, la sequía. Se hacía bueno el
refrán: “Septiembre o seca las fuentes o se lleva las puentes”.
Entre 1544 y finales del siglo
XX, Málaga sufrió sesenta y dos inundaciones. El río Guadalmedina se salió de
madre en 41 ocasiones; el Guadalhorce, en nueve. Los barrios cercanos al cauce
de río, el Perchel y la Trinidad en la margen derecha, y parte de la ciudad de
la margen izquierda, se veían arrasados, sembrados de lodo. A muchas personas
les costó la vida.
En Álora y su término municipal,
también se sintieron aquellas catástrofes. En la riada de 1680, la crecida del
río (11 de septiembre) se llevó los tres molinos que había en el término: el de los Naranjos, Cuesta
y Acuña. En 1809, llegó a la cerca de la “Casa de la Huerta” de las Anorias del
río Acá” y bañó toda la Isla Hermosa.
En 1906 (3 de septiembre) el
río repitió riada. El mismo mes y año pero el 26, la tormenta se presentó por
la noche. El arroyo del Espinazo del Perro bañó el cortijo del Algarrobo, el
arroyo Ancón arrasó la hacienda de Dueñas, el Jévar hizo destrozos en
Casablanquilla y Venta Tendilla. La tormenta el 28 y 29 y causó la muerte de
una mujer. Tres riadas en un mes.
En 1948, el Jevar volvió a
salirse de madre y en la cañada de la Panera se ahogó un hombre. Se conocía
como “la riada de Torrijos”. Son dignas
de reseñar también, la de 1989. Sobrevino de noche del 12 al 13 de noviembre.
Los daños fueron muy cuantiosos, hasta el punto que se consideró la mayor del
siglo XX.
El 28 de septiembre de 2012 una tormenta que descargó en la margen izquierda del Guadalhorce, causó unos destrozos muy cuantiosos. El más notorio fue la destrucción del puente de Hierro en la barriada de la Estación. “… o seca las fuentes o se lleva las puentes”
Qué bien lo cuentas... Sobre todo las que has vivido (y sufrido) a pie de río...
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