jueves, 9 de septiembre de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. La esquina de los besos

 


                         



“Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo; / por un beso… yo no sé / qué te diera por beso”. Lo dejó escrito Bécquer, Gustavo Adolfo Bécquer, el sevillano que tuvo una vida tan desgraciada en sus amores como en su propia existencia (¿ Es que, acaso, pueden separarse?). Hoy bajo un gigantesco ciprés de los pantanos, en los jardines de María Luisa, ve desde el paso del tiempo cómo sus versos tiene acogida en las almas de los enamorados.

En el primer cuarto del siglo XX, una zarzuela con tintes de Opera, puso muy alto el nivel musical. Años después, La Leyenda del Beso la popularizó el grupo Mocedades que irrumpió con fuerza y muchos cantábamos fragmentos de aquellas letras que hacíamos nuestras.

Rota es un pueblo blanco en la otra cara de la Bahía de Cádiz, o sea, la que está enfrente, la que desde su faro orienta a los barcos que vienen de América para embocar en sus aguas. Rota, la que está en mitad del camino entre Portugal y África, la que casi toca con la yema de sus dedos el encuentro del Guadalquivir en Sanlúcar con la Mar océana, tiene puesto un mensaje en el revolver de un pasaje…

“Bésame en esta esquina”. Alguien tuvo la idea y la dejó plasmada en un mosaico para que lo lean los caminantes, y lo fijó en la pared de cal blanca, y lo dejó ahí como quien deja algo en el olvido a sabiendas que alguna mano lo recogerá… La ciudad por un momento, se hace poesía acariciada por los vientos que vienen del mar y abren camino para los sueños.

Enfrente, el océano azul, a veces encrespado y oscuro; otras, con olas que parecen pañuelos con encajes de nácar y dejan que se abra un abanico de recuerdos que uno se trae consigo cuando vuelve de Rota, y, luego, lo almacena dentro y piensa qué afortunados son los pueblos en  los que la gente cuelga cosas bellas en sus paredes y pone poemas y mensajes para que lleguen al alma…

Besos de llegada, besos de despedida, besos de compromiso, besos de amor… ¿Existen los besos de odio?  No lo sé, lo que sí parece que existió y sigue con vigencia es el ‘beso de Judas’…

 

 

 

 

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