viernes, 30 de julio de 2021

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Las Musas

 

                                 


Tarde de verano, viento de levante, algunas nubes en el cielo sobre las lomas de Cucú y un azul entelerañado que le ha quitado brillantez, esa que lo hace único, y por donde, aprovechando las corrientes térmicas, vuelan los abejarucos – terror de las colmenas, los llamó Muñoz Rojas – en la espera de capturar insectos.

Hay un ‘innovador’ (yo lo llamaría de otra manera) que ha puesto a la venta espetos de boquerones, feos hasta en la foto. Cada cosa quiere lo suyo. El espeto es para la sardina y los boquerones piden adobos, vinagres buenos, fritos en aceite hirviendo de meter y sacar, que para eso Málaga y Cádiz tienen la palma…Boquerones en espeto, es como servir mantecados en envases de plástico.

La hostelería lo está pasando mal. Falta clientela y falta dinero para pagar las facturas. ¿Se acuerdan cuando implantaron el cuento del escanciador del vino, con un numerito al servirlo, para cobrar por una botella de diez o doce euros treinta o treinta y cinco? ¿Y aquello, de los postres ‘compartidos’?

Pfizer anuncia que una tercera dosis de recuerdo de su vacuna, sería apropiada para combatir la cepa Delta. A lo mejor es verdad. Yo no me creo casi nada. Uno lee lo de la adjudicación a dedo (cada vez que veo la cara del tipo, siento un no sé qué por dentro) a la empresa del amigo para comprar mascarillas…

¿Qué solución se les da a los negacionistas? La sanidad pública dicen, que está casi colapsada y algunas camas las ocupan personas con esa cerrazón de mente. La solución no es fácil. Tampoco es fácil que algunos se queden en su casa por las noches… Ya me entienden.

Zhivago escribía en el desierto de su poesía. De pronto, apareció Lara y comenzó a virar en sus poemas con una profundidad inaudita. Zhivago,  un papel en blanco y la tinta congelada en las noches heladas de la estepa rusa que, en la película, eran los alrededores de Calatañazor, (donde no es verdad que murió Almansur, en el 1002, que no, que fue en Medinaceli, que me lo ha dicho una novela histórica, magnifica, Las armas de la Luz de Jesús Sánchez Adalid).

Lara, Zhivago, boquerones en vinagre – que es lo suyo – vacunas y algo de arreglo para lo  que nos acongoja, vacaciones… y mis musas de picos pardos una tarde de verano con nubes de levante sobre las lomas de Cucú…

 

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