Además de ser el lugar, o sea la
zona donde Málaga dejó morirse casi de miseria y abandono en el olvido de sus
conciudadanos a uno de sus poetas más grandes: Salvador Rueda, es algo
consustancial a la ciudad que sería otra sin Puerta Oscura, el Bulto, la
Malagueta, la de antes (la de ahora es un bodrio de desarrollismo anárquico) la
Trinidad, El Perchel, o sin la propia coracha.
¿Qué es una coracha? Según el
diccionario, una muralla de protección a un camino que unía dos puntos no muy
distantes entre sí, que era transitado con frecuencia y que había que
resguardar de posibles ataques esporádicos y por sorpresa. Esa muralla podía
ser doble, es decir a ambos lados del camino, y en su trayecto podía facilitar
acceso a agua para en caso de ataque tener protección de resistencia.
Según la profesora Rosario
Camacho existían dos corachas, una terrestre y otra marítima. La cercanía del
mar lo exigía. No hay que olvidar que el rebalaje estaba en lo que hoy es el
parque y el edificio de la Aduana – que no ha perdido el nombre a pesar del
tiempo transcurrido – era el lugar propicio en el puerto para el despacho y
recepción de mercancías.
La coracha terrestre unía la
Alcazaba con el Castillo de Gibralfaro. La Alcazaba – a sus pies está lo que
queda del teatro romano - era palacio de residencia mientras que Gibralfaro era
fortaleza militar de defensa que, por su posición estratégica en la altura, le
permitía alcanzar puntos que desde otros lugares no podían conseguirlo.
La Alcazaba de Málaga tuvo una
relevancia notoria al final del reino nazarí. Las luchas internas de
descomposición ante el potencial militar de Castilla que empujaba con una
fuerza incontenible, propiciaron que en ella se refugiase El Zagal, tío de
Boabdil y Gibralfaro como último fortín defensivo.
La coracha es una herencia más de
las muchas que dejó la civilización islámica. El nombre de la coracha terrestre
se cita por primera vez en el siglo XIV por Rui González de Clavijo.
Posteriormente, hablan de ella Hernando del Pulgar, el alemán Münzer, Francisco
de Herrera o el Padre Mariana en su Historia
General de España. Los Reyes Católicos la incorporaron al escudo de la
ciudad por su carácter emblemático de Málaga a orillas del mar azul que viene a
dar en su Bahía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario