Hablamos, o sea nos comunicamos
entre nosotros y utilizamos giros, expresiones, palabras que ya emplearon otros,
pero de las que desconocemos a veces, su origen o su porqué. Han llegado al uso
del lenguaje diario por un camino desconocido, pero que en el fondo forman
parte de nosotros mismos.
En ello tiene mucho que ver el
refranero, esa sabiduría popular que alguien un día de no sabemos cuándo,
regaló al uso común sin que haya que pagar derechos de autor ni siquiera
reconocimiento. (Otra cosa es el copista caradura que copia con descaro, se
apropia y borra el nombre del autor. No, eso es otro cantar).
¿De dónde viene eso de “noche
toledana”? Covarrubias en su Diccionario de los tesoros de la lengua castellana,
dice que es la noche que se pasa en blanco, sin pegar ojo a causa de los
mosquitos que abundaban en el río Tajo y que atacaban a los visitantes
desprovistos de los repelentes oportunos contra los insectos del verano.
Francisco del Rosal da otra
versión y afirma que viene de aquellas mozas que la noche de San Juan no
dormían, en la creencia que la voz, la primera voz de hombre que escuchasen al
alba, sería la del hombre con el que se iban a casar.
Hay otras expresiones de las que
también se desconocen, sus autores ni quien con autoridad lingüística dijo del
porqué de su uso. Nos encontramos aquello de “A por atún y a ver al duque”. Era
la expresión de quien iba a Madrid – en los tiempos cuando la Corte y Madrid
estaba tan lejos – a realizar gestiones que no podrían resolverse en ningún
otro sitio.
Don Cristóbal Morales, alcalde de
Álora en los años cuarenta, tenía una manera de actuar todo campechana, porque
lo suyo era el campo y nunca la política.
Sus intereses iban por otros caminos. En cierta ocasión – su economía se
lo permitía – decidió pasar una semana en Madrid, alegando que tenía que hacer
unas gestiones inexcusables y que solo él, en su condición de alcalde, podría
realizar.
Volvió a la semana, y
naturalmente era asediado constantemente por los convecinos muy interesados de
cómo había ido la estancia y el resultado obtenido.
-
¿Don Cristóbal, le preguntaban, que resultados
trae de su viaje?
-
“Buenas impresiones, buenas impresiones…”
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