Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Pilar, la sevillana inglesa

 

 

Pilar Chaves ha muerto hace unos días a punto de cumplirlos 101 años. Nació en Córdoba, el 27 de julio de 1920 donde su padre desempeñaba la labor de periodista. De niña, vivió en Sevilla y Madrid. Exiliados como consecuencia de la guerra, se establecieron en París. Vio partir a su padre, huyendo de los nazis, desde una ventana, con una gabardina y un maletín camino de Inglaterra.

Su padre les aconsejó volver a España. Se establecieron en El Ronquillo donde su tío Pepe les comunicó, una mañana, que Manuel Chaves Nogales había muerto de una peritonitis en Londres…. Cuenta que estuvo más de una semana sin poder llorar. Ellos pensaban reunirse toda la familia después de la guerra.

A Manuel Chaves Nogales lo hemos descubierto algunos españoles muy tarde, demasiado tarde; a ella, también. Chaves, uno de los grandes periodistas del siglo XX, fue condenado al ostracismo por el Régimen. Era demasiado honesto para ser admitido.

Sus grandes obras: A sangre y fuego (el prólogo es una antología que debería ser libro de texto en la formación de los españoles de hoy), El maestro Juan Martínez que estuvo allí, sobre la Revolución rusa, Juan Belmonte, matador de toros, la mejor biografía del ‘pasmo de Triana’, y cientos de artículos, además de otros libros.

La Diputación de Sevilla y Libros del Asteroide han publicado sus Obras Completas. Para la presentación, invitaron a Pilar, que residía en Marbella y a su hijo. Uno de los presentadores, en el acto, contó que habían rechazado el coche oficial ofrecido para trasladarlos y rehusado el pago de la estancia en el hotel… Eso tiene un nombre ¿verdad? Y en los tiempos que corren, si me apuran, hasta apellido.

Mujer muy culta, poseía una gracia interior y una formación de la que hacía gala sin ostentaciones. Ella dio publicidad a una cita de Cicerón: “Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín, no necesitáis de nada”. ¿Cabe más belleza y más profundidad en el pensamiento en quien lo pone en práctica?

Su muerte, como la obra de su padre – he optado por poner la foto del primer tomo de su Obra, como un homenaje y una invitación a que se conozca a este hombre excepcional – ha pasado desapercibida. Claro, España, en verano, tiene cosas más serias en que pensar… ¡Así nos va!