Acaban de cumplirse 34 años de su
fallecimiento. Fue el último día de 1986. Diciembre llegaba a su final y ella – Dios – ponía el cierre a
una vida de entrega y dedicación a las personas más necesitadas.
Laura Aguirre Hilla nació en
Málaga (23 de febrero de 1901- Alora 31 de diciembre de 19869. Hija de un
embajador de España, de una familia acomodada que le dio una educación esmerada (Esclavas,
Magisterio y Bellas Artes en Madrid), de manos de su tía, al haber quedado muy
pequeña huérfana de madre.
Desde muy joven, comienza una
labor de altruismo hacia los más necesitados y la desarrolla dándose a los
pobres en el Pozo del Tío Raimundo en Madrid, a través de las Misioneras del
Padre Soto.
En
1949 llega a Álora, y acoge a niñas que por circunstancias de la vida lo
necesitaban más que otras. Viven, sucesivamente, en las calles de
El
pueblo de Álora comenzó a reconocerle en vida su labor de diferentes maneras:
Camarera de Honor de Dolores Coronada, y el Ayuntamiento, en 2007, la nombra
Hija Adoptiva de la localidad. El 23 de noviembre de 2007, se inauguró con el
nombre de “El rincón de Laura Aguirre”, un monumento como homenaje a su persona
y a su obra.
Pero
la autentica labor de la Señorita Laura como se conocía en el pueblo, estuvo
marcada por su entrega, por su sencillez y por la manera de darse a todas las
personas que la necesitaron en su vida, especialmente, hacia las niñas
necesitadas.
El
Obispado de Málaga, ha abierto una causa de reconocimiento público de lo que
fue una vida de santidad, pero que sigue los pasos burocráticos, que en este
caso manda la Santa Sede, como son Sierva de Dios, Beatificación y como epílogo
el reconocimiento público de la Santidad, elevándola a los altares.
Indistintamente de lo que diga la ‘oficialidad’ de la Iglesia institución, para
la Iglesia pueblo de Dios, la Señorita Laura está considerada como una santa.
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