Ha escrito Salvador Pendón, Si
quieres que yo te cante…CEDMA, 2020. Es una obra primorosa. Única, que hace un
recorrido por los cancioneros del folclore de España en el siglo XIX…. Hasta
ahí vale pero es que no es, solo eso. El autor, ha entroncado la copla arranca
en el pueblo y la ha subido al arte de
los Verdiales, y luego le ha hecho la correspondencia derrama en el mundo del
Flamenco.
La copla brota en la fuente del pueblo. Dicen
que la copla es anónima. No es del todo cierto. Cada copla tiene un autor con
su nombre y su apellido, los desconocemos. Es la esencia del alma expandida por
el aire que llega a todas partes.
A la copla se le conoce como:
malagueña, fandango, folía, seguidilla, jota…. Da lo mismo. Es la expresión
poética más fina, más auténtica, más veraz que sale del alma del ser humano y busca su correspondencia en otra alma.
Salvador Pendón ha hecho un
estudio detallado de los Cancioneros de Juan Antonio Iza, Don Preciso; Fernán
Caballero; Tomás Segarra; Lafuente Alcántara; Demófilo; Rodríguez Marín; Ramón
Caballero; Rafael Guerrero; Severiano Doporto y Melchor de Palau. Ha escudriñado
sus obras y le ha hecho un seguimiento hasta donde, con las posibles variantes,
se ha conocido en los rincones más recónditos de la geografía de España.
Le hace el seguimiento por
América y da cabida a estudios realizados en Chile, Perú, Argentina… o
Universidades de esos países, de Norteamérica o de la propia España con un
recuerdo muy vivo para el mundo sefardí.
Salvador Pendón conoce el mundo
de los Verdiales hasta los más profundo. Da cuenta de las Pandas, dentro de los
tres estilos: Almogía, Montes y Comares y, señala, incluso, a las personas que
han sido alma y vida de ellas, con nombres, fechas, actuaciones...
Hace un ojeo por el mundo del
Flamenco: Manuel Torres, Sebastián el Pena, Fosforito, Camarón…. Todos los
grandes. Descubre, también, a los que se han apropiado de la copla, obviando su
procedencia y presentándola como suya.
Concluye la obra con cuadros
comparativos de la versión del Cancionero y de cómo los Verdiales le han dado
su matiz con su propia versión. La
bibliografía da cuenta de la manera exhaustiva de cómo el autor la ha
trabajado. Ah, y no es para leerla de corrido, no. Hay que saborearla.
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