Casi ayer cantábamos el Villancico
de Álora donde pregonábamos que los fríos de enero estaban por venir. Ya han llegado.
Están aquí desde hace unos días. El ‘titirití, tirando de frío’ se ha hecho realidad
y media España suspira por un rincón calentito.
Las imágenes son insólitas. Carreteras,
algunas ciudades – que en España, a pesar de lo que dicen algunas televisiones,
hay un montón de ciudades además de Madrid, que lo están pasando canutas - y otros lugares por esos mundos de Dios están con
la nieve (ahora vendrá el hielo) hasta arriba.
Tirita España. Pontifican los que
saben de todo y la realidad es que cuando se presenta una de mondar peces como ésta
que se nos ha venido encima y que han llamado ‘Filomena’, todo es
impotencia. Hay una situación a la que hay que dar respuesta y que no sabemos
cómo será la mejor manera.
¿Cómo habrán pasado la noche esas
dos mil personas, que dicen que viven en la calle de Madrid? Informan que han
abierto las estaciones del Metro de Atocha, Antón Martín, La Latina y Opera
para que puedan resguardarse. Han habilitado albergues para acoger a personas
que malviven en la Cañada Real. Hay templos abiertos, personas que se han
jugado su vida para ayudar, autoridades e Instituciones de acogida se multiplican…
En esta situación, con la botella
de Machaco al alcance de la mano, con la estufa a tope, con puertas y ventanas trincadas, me vienen a la
mente preguntas que se clavan por dentro. ¿Nos hemos acostumbrado a esas cifras
que se convierten en meros puntos de estadísticas…? Ahora cuando pase este
achuchón y regrese lo aparentemente normal ¿se intentará, de verdad resolver
estos problemas? Sería cuestión de dar respuesta a mendigos, enfermos mentales,
personas abandonadas que han cometido el delito de nacer con el pie cambiado.
Los pichis son insectívoros que
emigran cuando llegan las calores y vuelven en otoño para pasar aquí el
invierno. Con lo que está cayendo, me pregunto cómo serán las temperaturas en Europa
para que prefieran venirse por estos lares,
como ese que ha fotografiado Santiago Bartolomé posado en al barandilla del
balcón, en tierras de Soria…
No hay comentarios:
Publicar un comentario