Napoleón era un estratega
excepcional. Los inteligentes que trabajan mejor nadie en los mapas, también se
equivocan. Cometió dos errores monumentales. No contar con los indómitos
españoles y despreciar al general invierno en Rusia.
En España, el jaboneo fue de
época. Cuentan que le estaban lavando
los pies, y le informan del descalabro de Bailén. No reaccionó aparentemente,
estaba ausente. Le repiten la noticia. La reacción iracunda no se retrasó. Le
dio una patada a la aljofaina, y se preguntó en voz alta: “¿cómo es posible que
un pueblo de piojosos y envidiosos nos haya derrotado?”
Cuando avanzaban sus tropas
victoriosas, quemando y arrasando aldeas, campos y ciudades camino de Moscú
hacia donde se replegaban los rusos, en aparente retirada, no conocía la trampa que le tendían. Llegó el
invierno y entonces el general invierno tomó el mando. Lo que vino después es conocido.
Un general vestido de blanco ha
tomado Madrid hace unos días. Tenía nombre de mujer - ¿será por eso tan de moda
de la igualdad? - Lo ha dejado lleno de
hielo, basuras, caos y un montón de problemas. Las televisiones de la capital
se han encargado de informarnos.
Han olvidado una cosa muy
importante. Madrid, por supuesto, es España, don Antonio Machado dijo que era “el
rompeolas de las Españas”. Sabemos también, que Molina de Aragón, Albarracín, Teruel o Vega de Liordes… y un montón de
ciudades más, han tenido temperatura siberianas.
Hay preguntas que casi casi nadie
responde. ¿Qué sabemos de esas Españas de olivareros con la aceituna en el
árbol sin recolectar, porque son variedades tardías y allí se llevan al molino
en los meses de pleno invierno, cuando en otros lugares ya es aceite?.
Tampoco sabemos de esas Españas donde
siembran hortalizas que ponen la pincelada verde sobre la mesa y la riqueza de
vitaminas en el organismo. Unas, cultivadas a cielo abierto; otras, en
invernaderos con costes altos en la infraestructura.
No nos han contado casi nada de
esas Españas donde el ganado no ha salido al campo, porque la nieve cubría los
pastos. Es la España perdida en las llanuras o en los montes.
Las televisiones han decidido que
lo que nos ‘tenía’ que interesar a todos, eran
las fechorías del general invierno vestido de blanco, pero en Madrid. En
fin. Hay otras Españas…
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