El campo se vistió de Luz. Como solo él lo hace; como solo
él sabe hacerlo cuando se asoma la primavera por los cerros y viene bajando –
la Luz - por los trigos que ya mismito encañan, y por los ciruelos en flor,
cobijo de enjambres que acuden, liban y siguen camino.
El campo se vistió de sinfonía: jilguerillos, verderones,
mirlos, gorriones, carboneros… Todos se dieron cita al amanecer. Entre todos
llevaba la voz cantante un chamarín revoltoso y enardecido que en el naranjo de
la esquina marcaba territorio, acotaba espacio, echaba las lindes del campo.
“Por aquí no pasa
nadie / ni tu padre, ni madre…” parecía que cantaba en su afán de convencer
a la compañera. Había, también, un mensaje subliminal a los otros pájaros. Aquello
era suyo y “sanseacabó, no tiene octava”.
Ha subido, muy temprano el pastor con las ovejas. Iba como
para el sotomonte de Sierra de Aguas. Careaban por debajo de los almendros.
Como los almendros florecieron hace unos
días, ahora, con la flor cambiada en fruto han decidido que van a vestir de
verdes sus tallos. Tallos tiernos, nuevos…
Se ha encendido la trama en los olivos; apuntan las yemas,
reventonas, prietas, diminutas. Serán aceitunas en junio – “una en San Juan, ciento en Navidad” - y
luego, ‘suelos’ de agosto y verdeo cuando Septiembre huela a nardos y a Virgen de Flores…
Y,¿luego? Luego molino, ungüento de Dios. A eso le llamamos aceite.
Estaba el campo despierto. Era temprano. Por la sierras de
enfrente, El Torcal parecía que ya también estaba levando. Madrugan mucho estas
tierras. Había repartido suerte: la bruma a recogerse que ya era hora; los
cirros a darse una vuelta por los cielos. Las sierras de Granada eran un
desperezo entre neblinas lejanas. Daban la bienvenida a la Luz.
Llegó la Luz. El canto de un pájaro macho saludó a la Luz en
la linde del trigo. Tito Livio – o sea, mi gato – se lavaba la cara al sol.
Tito Livio, desde muy temprano, anda dándoles sustos a las palomas en el
caballete del corral. Y, hay días como que parece que no pasa nada…
No hay comentarios:
Publicar un comentario