martes, 10 de marzo de 2015

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. El nido

                                              

Está a remanso de los vientos, en el encuentro de dos ramas, en un limonero que ya apunta a yemas reventonas de azahar. Dentro de unos días  esos brotes serán perfume mañanero en el campo y por las noches harán que suban, hasta romper moldes, los decibelios de la sensualidad.

Es un nido de mirlos. Está hecho con un acopio de yerbas secas. Las han ido llevando, sin que nadie lo perciba, sin que nadie se dé cuenta desde el suelo de la huerta a la rama. El nido está mal formado por fuera, con forma de copa redonda; acogedor y calentito, por dentro.

Tiene tres huevecillos. Verdes azulados, pequeños con algunos puntitos rojizos. Si los mirlos tienen una postura de seis huevos… están a la mediación. Son preciosos. La madre todavía no empolla con el calor de su cuerpo. Están solos pero donde están  no  llegan los gatos.

Un poco más allá, cantan los jilgueros y en los cables del teléfono un chamarín compite con ellos. Seguramente los mirlos me han visto. Me observan. Estarán a ver  cómo es mi comportamiento. Yo no toco el nido. Miro… Siento ternura y admiración.

El árbol está cargado de fruto. Los limones ya han virado de color. Amarillean con ese color que solo toman cuando viene la primavera: intenso y vigoroso. Han salido de un invierno duro; ahora, ya todo es zumo en su interior. Aguardan, esperan la recolección en su  tiempo.

Canta un mirlo… Lo oigo; no lo veo. ¿Me estará avisando? ¿Jugará a despistarme para que me aleje del nido? Son extraños, únicos, insondables. Los animales tienen comportamientos que los humanos no entendemos.

Los mirlos siempre cantan cuando viene el día y a esas horas en que sol decide que hasta aquí hemos llegado y da paso a la noche. Los mirlos son madrugadores. Como son omnívoros combinan la dieta de insectos con las uvas maduras de la parra. Las parras todavía no han brotado. ¿Qué fruta tomarán, ahora, de postre los mirlos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario