No se ha abierto la puerta entera a la luz de la mañana. No.
Solo media puerta. Una hoja para que entre el sol, traspase el escalón de
madera, y pregunte:
-
“¿Se puede?”
-
“Adelante”, contesta una voz de silencio desde
el interior de la casa…
La puerta está ahí desde siempre. Marilina capta lo que todos miramos; solo ella lo ve. Saca de
donde no hay. Primorosa, detallista... ¡Qué arte tienes chiquilla! Un regocijo
interior aflora; pienso en muchas cosas.
El sol que es muy
curioso ha entrado en eso que en algunos lugares llaman intimidad. Echa el paso
seguro; se apoya en los ladrillos que quieren ser imagen mudéjar en el dintel,
traspasa el escalón… y, adentro.
La luz, toda la luz que va siempre con él, lo espera en la
calle. Es la plenitud de la Fuentarriba. O sea, es la plaza grande de mi
pueblo. No es la Plaza Mayor; no. La
Plaza Mayor de Álora se llama Plaza Baja de la Despedía.
Esta plaza fue lo único bueno, si es que las guerras tienen
algo bueno, que la guerra incivil trajo al pueblo. En su solar se levantaba el
Beaterio de las Monjas de la Purísima Concepción. Las personas mayores nunca lo
llamaron así. Era un nombre muy enrevesado. Las mentes sencillas acortan los
caminos. De siempre fue ‘el’ Convento de las Monjas.
Les decía… Los disparates de entonces decidieron su derribo.
Nunca más se edificó. Los escombros llevados en unas vagonetas metálicas sobre
dos escuálidos raíles a la Cancula fueron los cimientos de un parque. Por unos meses
el pueblo tuvo el primer y único tranvía de su historia.
La Fuentarriba – en contraposición a la Fuente de Abajo – se
acortó en calle, perdió la fuente y se
engrandeció en plaza. Forma el sol con las plantas de adornos algunas sombras;
en la pared de enfrente, un gigantesco cartel de Jesús atado a la Columna dice
que es Semana Santa y que allí el Señor tiene mesa y mantel. Es decir, su
segunda casa.
Por cierto, no ha habido alcalde que se precie que no haya
remodelado la plaza… Una mujer del pueblo, - ¿qué pensará esa mujer? - sentada
en la escuálida sombra, deja que pasen las horas; el tiempo, su tiempo…
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