Hasta ayer tarde no tenía ni idea que existía un pueblo con
ese nombre. La televisión se encargó de mostrar las primeras imágenes. Está en
un valle, casi al costado de unas montañas altísimas y cubiertas de nieves en
invierno…
¿La culpa? El destino de un montón de personas que en una
mañana de primavera decidieron tomar un avión. El vuelo iba de Barcelona, en
España, a Düsseldorf en Alemania. El
avión cruzó un poco el mar de la Provenza, luego tierra adentro y sobrevuelo por los Alpes…
Lo que vino después nos lo han contado una, dos, tres…
tropecientas mil veces. Da lo mismo. La muerte tenía una cita en una mañana
soleada y sin aparentes problemas meteorológicos. La muerte siempre acude a su
cita. Cumplió.
Seyne les Alpes está a solo siete kilómetros de la montaña
donde el avión vio cortado su cielo. O sea. Donde se estrelló y quedo hecho
añicos. Las imágenes muestran una desintegración
total. Todo es desolación.
El paraje es un lugar bellísimo. De acceso casi imposible.
Allí solo se puede llegar en helicóptero y el pueblo, que es el punto más
cercano, tiene una historia que se remonta casi mil años hacia atrás.
Barcelonette queda más al sur. O lo que es lo mismo, más
cercana a la frontera italiana por el Piamonte. Se asienta – eso dice el señor
Google que lo sabe casi todo – en las orillas del río Ubaye. Tiene un clima alpino.
A la belleza natural de lugares idílicos, ahora, añadirán la
propagación de sus nombres a los cuatro vientos. Cuando aún estaban las cumbres
blancas de nieve, un Airbus A320 de la compañía Germanwings dejó allí escrito
su último destino…
Ambos pueblos se entroncan, en la Historia, con Ramon Berenguer
IV conde de Barcelona y Provenza ¡Que ya
es casualidad! Es noche cerrada cuando
escribo estas líneas. Arrecia el frío. Ese frío se extiende por los trozos de
fuselaje perdidos por las laderas. Congela lo restos de los cuerpos aún no
recuperados.
Todo es especulación. Solo hay una cosa clara: están heladas
las almas de la gente de bien de medio mundo ante la magnitud de la tragedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario