viernes, 21 de marzo de 2014

Una hoja suelta del cuaderno de bitácora. Tierras que para pan no son


                                              

A medida que se sube por Viso Alto, Álora queda enfrente, a la otra orilla del río, como cal blanca derramada por la ladera; como si a un cabrero se le volcase el cubo de ordeño; abajo el verdor de las huertas. A media ladera, la vía del AVE que rompe montes y rocas y va lejos. Muy lejos. Tanto, que llega… hasta Madrid, por lo menos.

Arañan con yunta los almendrales. Está cuajada ya la almendra. No hay esparragueras y las pocas que orillan el camino están rebuscadas, escudriñadas. Son alimento medio pueblo y parte del otro. Se bifurcan los caminos. En un rancho hay florecido un ciruelo.

Algarrobos centenarios y olivos de troncos retorcidos. ‘¿Cómo llamáis aquí a la flor del olivo’? Trama, Antonio - respondo. ‘En mi pueblo – me dice – también’. Y recita versos y habla y cuenta y me enriquece y escucho y subimos… Nos encontramos a otro Antonio. Saludos. No preguntamos. Informa: ‘Por los alreores de Serpeta hay un puñado de esparraguera, pero están muy jondas’.

Serpeta está en ruinas. Se cae de abandono y viejo. No bajamos. Ya no se labra el olivar que lo rodea ni hay bichos careando en las laderas. Nos cruzamos con una furgoneta de reparto. El camino, estrecho. Por Majaluna se baja a la cañada de Garnica. Seguimos camino.

Desde la ermita de la Cruces… Se abre el horizonte. Málaga y los Montes y El Torcal y la Sierra del Valle y ¿aquello? Alcaparaín y Sierra Blanquilla. La bruma no deja ver el mar. El mar los días claros, desde aquí, es un espejo de plata. Hoy, sólo una intuición, un deseo porque se sabe que está allí.

Como están allí: el partido de Jévar y Villanueva y La Joya, y el caserío blanco, disperso, esparcido… Esta labrada la tierra. Comemos en Almogía. Un grupo de hombres no se hablan. Se gritan entre ellos. Por Cherino, desde el borde de la carretera, escuchamos que canta un reclamo… Está verde el campo. Subimos al Torcal… ¡Dios, estando  Tú tan cerca…!

1 comentario:

  1. Celebro la "llegada" a mí del verbo "carear". Ya ves, Pepe, que yo también apunto palabras del campo... Por cierto, aunque te dije que por la campiña se dice "trama", creo haberte dicho que en en el Aljarafe se llama "esquilmo": "¡Anda que traen chica esquilmá este año los olivos...!"

    ResponderEliminar